Con los hermanos Tomás y Germán Hernández Chávez, de 29 y 25 años, respectivamente, originarios de la comunidad de Norias del municipio Francisco R. Murguía, se ha incrementado la cifra a cinco zacatecanos que forman parte de las 39 víctimas que fueron abandonadas dentro de una caja de tráiler en San Antonio, Texas, a quienes se les puede dar el estatus de testigos protegidos.

La mañana de ayer José de Jesús Hernández Carrillo y Manuela Chávez Vaquera, padres de los jóvenes, junto con Karla Adame, esposa de Germán, acudieron a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para pedir que se les otorgue mayor información y un permiso para ir a ver a sus hijos, quienes están hospitalizados en Estados Unidos.

El delegado de la SRE, Javier Mendoza Villalpando, recibió a esta familia y le explicó que debido a que se ha detectado que se trata de una red criminal dedicada al tráfico de personas indocumentadas y con complicidades tanto en México como en Estados Unidos, los migrantes zacatecanos que fueron rescatados del denominado “tráiler de la muerte” serán testigos protegidos en esta investigación.

Por tal razón, explicó que a esos indocumentados sobrevivientes se les puede dar la Visa U, que es un estatus “No inmigrante”, que está reservado para las víctimas de ciertos crímenes que han sufrido abuso físico o mental y que brindan ayuda a las agencias de orden público y oficiales gubernamentales en la investigación o prosecución de actividades criminales.

Esta misma información se les otorgó a los demás familiares de las otras tres víctimas originarias del municipio de Loreto. A la cita se convocó a los padres de los dos hermanos Manuel y Ricardo Martínez, de 24 y 31 años, respectivamente, aunque el más joven de ellos perdió la vida en el tráiler y se espera la repatriación del cadáver a Lomas del Paraíso.

De igual manera, se citó a los padres de Luis Angel “N”, de 17 años, quien permanece en un albergue para menores hasta que se defina su situación migratoria y legal, ya que también es parte de las víctimas de en este hecho.

Los familiares de estos cinco migrantes se reunieron con las autoridades de la Cancillería y con las del gobierno estatal para determinar los mecanismos legales que se les van a proporcionar y las posibilidades de que puedan viajar a Estados Unidos a ver a sus hijos.

“Se daban respiración de boca a boca”. Los padres de Tomás y Germán relataron que, el lunes 17 de julio, sus hijos salieron de Francisco R. Murguía, rumbo a San Luis Potosí, donde fueron citados por los coyotes para luego emprender el viaje a la frontera, algo que ya habían hecho en otras ocasiones para ir a Estados Unidos.

Mencionan que a los tres días sus hijos se comunicaron para avisar que ya habían cruzado la frontera, pero sin precisarles el lugar, sólo les dijeron que estaban en una casa de seguridad. Después perdieron el contacto y comenzaron a escuchar las noticias del “tráiler de la muerte”.

Tuvieron información de ellos hasta el pasado domingo, cuando Tomás se logró comunicar con una tía que vive en Estados Unidos para avisarle que estaba en el hospital, pero no sabía nada de su hermano, al grado de llegar a pensar lo peor; sin embargo, no fue así.

Tomás relató que para tratar de salvar a su hermano le dio en varias ocasiones respiración de “boca a boca”, pero ya después él también se desmayó, aunque alcanzó a escuchar cuando fueron salvados del tráiler.

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