Policías estatales encañonaron y amenazaron de muerte a custodios del penal de Aguaruto, presuntamente en represalia porque el pasado miércoles no quisieron colaborar con el traslado del interno José Carlos “N”, El Cali, miembro de la célula de Los Ántrax, y este viernes se declararon en paro de labores.

La agresión ocurrió en presencia de dos visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), organismo que reprobó las amenazas y señaló que se mantendrá atento a las acciones que realice la autoridad en este caso.

El pasado miércoles, el Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social Federal dispuso trasladar a un reclusorio de mayor seguridad a El Cali, vinculado con el Cártel de Sinaloa.

Cristóbal Castañeda Camarillo, subsecretario de Seguridad Pública, dio a conocer que los custodios no quisieron colaborar y se abrió una investigación administrativa.

Este viernes, al conocer que se les investigaba, más de 40 guardias pararon labores y mantuvieron restringido el acceso a los familiares y al personal administrativo. Argumentaron que se negaron a colaborar porque el director del penal sacó al interno sin presentar un documento que autorizara su salida y temieron que se tratara de un rescate.

Además, señalaron que, al ser únicamente 50 custodios, trabajan en condiciones muy difíciles, puesto que deben contener a más de 2 mil internos, entre ellos, más de 50 de alta peligrosidad.

Hasta el penal acudió Castañeda Camarillo, acompañado de otro funcionario, para platicar con los inconformes y les ofreció que no habría represalias, luego se retiró del lugar.

Después irrumpió en el lugar el jefe de la Policía Estatal Preventiva con cuatro agentes, quienes amagaron a custodios del pórtico y a dos visitadores de la CEDH. También los amenazaron.

Respondió a mensaje. En una conferencia de prensa, el secretario de Seguridad Pública, Genaro Robles Casillas, afirmó que no hubo agresiones ni amenazas por parte del mando policiaco. “No los estaban amenazando; van con las armas preparadas”, dijo. Añadió que se trató de una confusión, puesto que el jefe policiaco respondió a un mensaje en el que dijeron que había dos funcionarios de seguridad retenidos.

El Cali se encontraba recluido en el penal de Culiacán desde octubre de 2016. Fue transferido vía aérea a un reclusorio en Puebla.

Miguel Ángel Calderón Espinoza, visitador general de la CEDH, reveló que la esposa del interno interpuso una queja por su traslado, en virtud de que presenta un quebranto de salud y goza de un amparo.

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