Washington.— Donald Trump cedió en su condicion de reabrir el gobierno de Estados Unidos a cambio de obtener fondos para el muro fronterizo con México, que los demócratas siguen negándole. Tras 35 días de caos y el país funcionando a medias, el presidente estadounidense tuvo que rendirse y permitir un acuerdo que da aire a los 800 mil funcionarios y millones de personas afectadas.

El shutdown acabó por ahora y dejó a EU en la misma situación que antes de que empezara, sin que las partes hayan movido un ápice sus posturas. Tras más de un mes y con la economía empezando a notar los efectos, finalmente se dio fin al cierre de gobierno más largo de la historia.

La gota que pareció colmar el vaso fue el caos en el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, que tuvo que suspender vuelos durante una hora por falta de controladores aéreos, que como protesta aumentaron las bajas por enfermedad. Su desaparición afectó a varios aeródromos del país, como el de Newark (Nueva Jersey) o Filadelfia.

A eso se le añadió que 14 mil empleados del servicio de impuestos no fueron al trabajo a pocas horas de que empezara el periodo de declaración de renta, y especialmente que las fuerzas de seguridad e inteligencia, encabezadas por el FBI, se quejaran vehementemente de la situación.

De momento se solucionó con un parche: fondos para 21 días más, hasta el 15 de febrero, con la garantía de que habrá provisiones para pagar los salarios atrasados. Y sin un centavo para el muro de Trump. Básicamente, el mismo paquete de solución que estuvo sobre la mesa en diciembre, y que Trump rechazó con la promesa de no ceder nunca sin dinero para la barrera con México.

A pesar de la derrota, Trump no está todavía dispuesto a abandonar la idea del muro, algo de “sentido común” en su opinión. Durante gran parte del anuncio del pacto se dedicó a defender la necesidad de tener “un muro poderoso” para hacer frente a una gran cantidad de males que detalló sin dar pruebas de su existencia. Además negó haber prometido nunca “un muro de hormigón de 3 mil kilómetros de punta a punta” del país.

Su apuesta por una “barrera inteligente” dotada de tecnología sigue entre ceja y ceja, y dijo que espera que un comité bipartidista de próxima creación le presente un paquete sobre seguridad nacional: “Seré claro: no tenemos más opción que construir un muro”, advirtió.

Si dentro de 21 días no hay avance y se vuelve a la misma situación de cierre, entonces no le temblará el pulso y declarará emergencia nacional: “Trabajaremos con los demócratas y negociaremos y, si no se puede, pues obviamente vamos a hacer la emergencia porque es lo que es, una emergencia nacional”, dijo.

No parece que en tres semanas las posiciones vayan a cambiar. “Los demócratas estamos firmes contra el muro”, dijo el líder demócrata en el Senado, Charles Schumer.

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, se alegró por la reapertura del gobierno aunque dijo que “es triste que se haya tardado tanto [Trump] para llegar a una conclusión tan obvia”.

arq

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