Kiev.— Intensos combates se registraban esta madrugada en Kiev y sus alrededores, con los ucranianos defendiendo calle a calle, ante la advertencia de que Rusia intentaría tomar la capital.

Se reportaron explosiones al oeste, al sur de la ciudad y al noroeste, mientras el ejército ucraniano afirmó haber rechazado un “ataque” ruso en una avenida de la capital. “El ataque ha sido rechazado”, afirmó el ejército de Ucrania en un mensaje en su Facebook sin dar más precisiones sobre el lugar exacto de estos combates.

El ejército dijo estar combatiendo en las calles de Kiev con unidades rusas que bombardeaban una guarnición militar. Pidió a ciudadanos guarecerse.

El presidente Volodimir Zelensky había pronosticado que el conflicto no tardaría en intensificarse. “No podemos perder la capital. Esta noche, el enemigo va a utilizar todas sus fuerzas para romper nuestras defensas de la forma más vil, dura e inhumana. Esta noche, van a intentar un ataque”, alertó Zelensky.

En un comunicado distinto, el ejército ucraniano también informó de “duros combates” en curso en Vasilkov, a una treintena de kilómetros al suroeste de la capital, donde los rusos “intentan descargar paracaidistas”.

El ejército ucraniano informó del derribo de un avión de transporte ruso II-76 que transportaba paracaidistas cerca de Vasilkov, una ciudad situada a 40 kilómetros al sur de Kiev, información que fue confirmada por un alto funcionario de inteligencia estadounidense. No estaba claro cuántos iban a bordo.

Cinco explosiones se produjeron cerca de una importante central eléctrica en la periferia oriental de Kiev, dijo el alcalde Vitaly Klitschko. No se sabe qué las causó y no se informó de inmediato sobre cortes de electricidad.

Las fuerzas armadas rusas indicaron que se habían apoderado de un aeropuerto estratégico en las afueras de Kiev, lo que le permitía acumular rápidamente fuerzas para tomar la capital. Afirmó que ya había aislado a la ciudad por el oeste, lo que provocó largas filas de coches que serpenteaban hacia la frontera con Polonia.

Junto con los reportes de cientos de víctimas por los enfrentamientos, que incluyen el uso de proyectiles de artillería que cayeron sobre un edificio de apartamentos de Kiev, así como en puentes y escuelas, Putin instó a las fuerzas armadas de Ucrania a rendirse.

El presidente ruso dijo: “Nos resultaría más fácil estar de acuerdo con ustedes que con esa pandilla de drogadictos y neonazis que se han refugiado en Kiev y han tomado como rehén a todo el pueblo ucraniano”.

Zelensky advirtió que varias ciudades estaban siendo atacadas. Los funcionarios de defensa estadounidenses creen que la ofensiva rusa ha encontrado una resistencia considerable y avanza más lentamente de lo que Moscú había previsto, aunque eso podría cambiar rápidamente.

El mandatario insistió en que se quedará en Kiev a pesar de tener información de que es “el objetivo número uno” de Rusia. “La lucha está aquí”, habría respondido ante una oferta de EU para evacuarlo, reveló The Washington Post.

Los duros combates se registran a la vez que el Kremlin aceptó la oferta de Kiev de sostener conversaciones y que el portavoz de Zelensky, Sergii Nikiforov, aseveró que Ucrania sigue “dispuesta a discutir un alto el fuego y la paz”.

EU y otras potencias mundiales impusieron sanciones más duras a Rusia: el mandatario Putin y su canciller Serguéi Lavrov fueron incluidos en la lista de personalidades sancionadas, con sus haberes congelados, por la Unión Europea (UE) y el Reino Unido. EU anunció que tomaría medidas similares, incluida una prohibición de viaje. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rechazó el proceso de adhesión de Rusia y cerró su oficina en Moscú. La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, dijo que las sanciones contra Putin y Lavrov muestran la “impotencia” de los países occidentales.

El papa Francisco se reunió con el embajador ruso en el Vaticano para manifestarle “su preocupación”, y envió un tuit en varios idiomas, entre ellos el ruso, en el que afirmó que “toda guerra es una claudicación vergonzosa”.

La OTAN advirtió que los objetivos del presidente ruso “no se detienen en Ucrania” y anunció que decidió enviar parte de su fuerza de respuesta para ayudar a proteger a sus naciones aliadas en el este por primera vez. La alianza no dijo cuántas tropas se desplegarían, pero añadió que implicaría poderío terrestre, marítimo y aéreo. El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, elogió a las fuerzas ucranianas, “que están luchando con valor y siguen teniendo capacidad de causar pérdidas a las fuerzas invasoras rusas”.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber bloqueado las ciudades de Sumy y Konotop, y que la ofensiva se había cobrado docenas de activos militares ucranianos. La declaración no pudo ser confirmada de forma independiente. Se produjeron intensos tiroteos en un puente sobre el río Dniéper, mientras que otro puente clave de la capital fue volado. Las autoridades ucranianas informaron de al menos 137 muertos en su lado y afirmaron que hubo cientos en el lado ruso. Las autoridades rusas no han reportado cifras de bajas.

Funcionarios de la ONU estimaron en 4 millones los desplazados, si los combates se intensifican. Zelenskyy tuiteó que él y el presidente de EU, Joe Biden, hablaron por teléfono y conversaron sobre “el fortalecimiento de las sanciones, la ayuda concreta en materia de defensa y una coalición contra la guerra”, y añadió que estaba agradecido por el apoyo de EU. El Ministerio de Defensa ucraniano llamó a la población a resistir... como los ucranianos lo hacían en la capital.

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