Mucha gente vigilaba las condiciones del tiempo, con esperanzas de cielos lo suficientemente despejados para la ocasión.

La sombra -en un corredor de entre 96 y 113 kilómetros de ancho (60 y 70 millas)- inició su travesía en tierra en Oregon ycomenzó a desplazarse diagonalmente hacia Carolina del Sur, con la obscuridad total durando entre dos y tres minutos en cada lugar.

"¡El espectáculo acaba de comenzar, señoras y señores! ¡Qué día tan hermoso! ¿No es increíble?”, dijo Jim Todd, a director del Museo de Ciencia e Industria de Oregon, ante una muchedumbre de miles en Salem, Oregon, mientras la luna cubría el sol y las temperaturas bajaban notablemente.

Con unos 200 millones de personas a distancias manejables del sendero de totalidad, ciudades, pueblos y parques se preparaban para muchedumbres monumentales. Cielos despejados se anunciaban a lo largo de casi toda la ruta, para alivio de quienes temían que las nubes estropearan la ocasión única.

"No es como nada que hayas visto ni vayas a ver”, dijo el veterano observador de eclipses Mike O'Leary, de San Diego, que colocó su cámara junto con centenares de astrónomos aficionados en Casper, Wyoming. “Puede ser una experiencia religiosa. Te hace sentir insignificante, como un punto ínfimo dentro del gran universo”.

Los astrónomos vibraban con entusiasmo. Un eclipse total de sol es considerado entre los espectáculos más magníficos del cosmos.

El físico solar de la NASA Alex Young dijo que la última vez que los habitantes de la Tierra sintieron una conexión de esta magnitud con el espacio fue durante la primera misión tripulada a la luna, la del Apolo 8 en 1968.

La Tierra, la Luna y el Sol se alinean a la perfección entre cada uno a tres años, convirtiendo brevemente el día en noche para un lado del planeta. Pero estos espectáculos generalmente ocurren donde no habitan humanos, como en el océano Pacífico o en los polos. Este será el primer eclipse que ocurre en un área poblada y en la época de las redes sociales.

El próximo eclipse solar total en Estados Unidos será en 2024. El próximo que abarque de costa a costa no ocurrirá sino hasta 2045.

En Los Ángeles, miles de personas acudieron al Observatorio Griffith, que corona las colinas cercanas a la ciudad. Muchos caminaron a este lugar de observación para evitar los atascos de tráfico, que colapsaron las vías.

Algunos observadores habían fabricado sus propios proyectores de agujeros de cartón y cinta adhesiva.

En México, donde hubo un eclipse parcial, los amantes de la astronomía instalaron telescopios equipados con filtros solares especiales en parques y plazas de varias ciudades.

"Deje el teléfono inteligente y experimente esto emocionalmente, psicológicamente, físicamente, en lugar de simplemente a través de la pantalla", aconsejó el destacado astrofísico estadounidense Neil DeGrasse Tyson.

Delante del Museo del Aire y del Espacio de Washington, lentes especiales son distribuidos entre los transeúntes. Al lado, a lo largo del National Mall niños y adultos se encuentran ya apostados con los ojos dirigiéndose al horizonte, a la espera de presenciar el fenómeno en toda su magnitud.

En Carolina del Sur, donde acabará el eclipse su travesía, se esperan dos millones de visitantes, en un estado que cuenta con 5 millones de habitantes.

Los turistas ruegan que el clima se mantenga clemente y permita una buena observación del firmamento. "No importa realmente si vemos o no el eclipse. Nos permitió poner un alfiler en el mapa" y viajar, dice Nick Willder, un británico de 59 años.

En Charleston el cielo estaba cubierto en la mañana y los espectadores se dirigían hacia la orilla del mar para encontrar un buen punto de observación. Y en caso de que las nubes estropearan la fiesta, siempre podían refugiarse en los bares de la ciudad, que ya servían alcohol a media mañana.

El eclipse terminó a las 14:48 (18:48 GMT) en Carolina del Sur, sobre la costa atlántica, en el sudeste del país, muy cerca de la ciudad de Charleston.

Pero quizás el mejor lugar para mirar el fenómeno sea fuera de este mundo: los astronautas que orbitan la Tierra a bordo de la Estación Espacial Internacional también planean documentar el eclipse y tendrán tres ocasiones para verlo.

"Mi primer eclipse solar desde el espacio (...) Estamos listos", escribió el astronauta italiano Paolo Nespoli.

En un momento en que la oscuridad esté sobre ellos, muchos estadounidenses deben discretamente escapar de su lugar de trabajo para observar este momento de historia astronómica.

La Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump observaría el fenómeno con su esposa Melania desde un balcón de la Casa Blanca.

Incluso la legendaria Bonnie Tyler participará del gran evento, dará un concierto especial desde un crucero para interpretar su famoso "Eclipse Total del Corazón".

Para aquéllos que tengan sus ojos lejos de la alineación de la Luna y el Sol, no se preocupen: el próximo eclipse total de Sol se producirá en menos de siete años, en abril de 2024.

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