La canícula, caracterizada por la disminución o ausencia de lluvia, así como por el aumento de temperaturas, ya es perceptible en 26 estados del país, entre ellos Querétaro, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua), quien reveló que este fenómeno agudiza más el problema de sequía que se vive en la entidad, donde el promedio de almacenamiento de las presas es del 10%.

La canícula detalló que es perceptible en Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Tabasco y Tamaulipas, y en menor intensidad en la Ciudad de México, Estado de México, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

En Querétaro, se dieron ayer temperaturas calurosas que llegaron a un máximo de 32 grados centígrados, misma que también se prevé tener hoy, y mañana la máxima será de 31 grados.

Por el contrario, en el noroeste del país, hay efectos del monzón mexicano, que comúnmente genera lluvias en la región.

La canícula, explicó la Conagua, es un evento climático que ocurre durante el verano y se caracteriza por una disminución o ausencia de lluvias en el centro, occidente, sur, sureste y noreste del país, incluida la Península de Yucatán y el Golfo de México.

A diferencia de países europeos, en México la canícula está relacionada, en mayor medida, con la disminución de la precipitación pluvial, así como con un ligero aumento de las temperaturas, por lo que no podría confundirse con una onda de calor, ya que los valores más altos de temperatura suelen presentarse antes de la temporada de lluvias.

Estadísticamente, refirió, el primer pico de lluvias del verano ocurre en junio; sin embargo, en 2023, las lluvias se retrasaron y ha sido hasta la primera quincena de julio cuando se ha observado el primer máximo de lluvias.

Aunque habitualmente la canícula se presenta a finales de julio o a principios de agosto, no hay fecha exacta para su inicio y término, su duración depende de diversos fenómenos meteorológicos.

Las pocas lluvias y las altas temperaturas que en el territorio estatal en los últimos meses han provocado que el almacenamiento en presas sea escaso.

Conagua opera en Querétaro un total de 26 presas, de las cuales siete de ellas están prácticamente vacías y otras siete acumulan un almacenamiento que va del 13% al 20%.

En los registros de Conagua publicados ayer, las 26 presas de Querétaro almacenan agua equiparable al 10% de la capacidad que tienen estos cuerpos.

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