Tras el accidente registrado la semana pasada en la autopista México–Querétaro, a la altura del Estadio Corregidora, que dejó una persona sin vida, el presidente municipal de Querétaro, Felipe Fernando Macías Olvera, anunció que se revisarán los proyectos de infraestructura heredados de la administración pasada, entre ellos la construcción de una rampa de frenado en el tramo urbano de esta vía.
El edil reconoció que, aunque la responsabilidad directa del tramo corresponde a la Guardia Nacional y a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el municipio no permanecerá al margen.
“Yo en lo personal, como municipio, voy a analizar la posible construcción de una rampa de frenado como una medida para prevenir accidentes. Incluso va más allá de la competencia misma del municipio; voy a buscar el esquema y lo haremos con los tres órdenes de gobierno. Pero también aquí es un llamado puntual a que el gobierno federal se responsabilice”, declaró.
Macías subrayó que lo fundamental es atender con urgencia un tramo considerado de alto riesgo, debido a la alta afluencia vehicular y a los percances recurrentes en la zona. En caso de que los proyectos planteados en la administración anterior resulten insuficientes o no se adapten a las condiciones actuales, se presentará un nuevo plan.
El presidente municipal agregó que la seguridad en esta vialidad es una de las principales demandas ciudadanas y un punto estratégico por la conectividad que representa para Querétaro y la región.