Arbolitos, nacimientos, esferas, series, adornos para viviendas, son algunos productos que año con año los comerciantes del tianguis navideño del mercado de La Cruz ofrecen a los queretanos para que vivan de manera tradicional las fiestas decembrinas.

La visita al tianguis en estas fechas es “de cajón”. Los queretanos, tanto mayores como más jóvenes, saben que el lugar es parada obligada, aunque ello implique armarse de paciencia para poder llegar.

Los alrededores del mercado lucen saturados de vehículos y personas. Los compradores se mezclan con los padres de familia que acuden por sus hijos a un colegio particular vecino del mercado. Eso, a ciertas horas. En otros momentos son los proveedores los que llegan a dejar mercancías a los locatarios.

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Instalados desde la última semana de noviembre, el tianguis permanecerá hasta el próximo 25 de diciembre, cuando cambiarán de giro para recibir a los Reyes Magos. Pero mientras esa fecha llega, los tianguistas ofrecen todo lo necesario para que los queretanos den rienda suelta a su espíritu navideño… hasta donde el bolsillo les alcance.

Los precios, como es costumbre año con año, aumentan. Los arbolitos de Navidad tienen precios que van desde los mil 500 hasta los 3 mil pesos. Mientras que decoraciones de naturaleza muerta pueden alcanzar los 2 mil 500 pesos.

FOTO. DOMINGO VALDEZ
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Los nacimientos también alcanzan precios similares, lo que para muchos resultan inalcanzables. Los compradores tienen que buscar los mejores precios y tratar de regatear con los comerciantes que, por su lado, se quejan de las bajas ventas.

“Cómo no van a tener bajas ventas. Si están dando muy caro todo”, dice una mujer mayor que acude, como hace muchos años, a comprar la decoración para su casa.

Para otros más, la visita es sólo para comparar precios. Hay otros sitios que también ofrecen estos productos, como el mercado Escobedo, aunque el surtido no llega a ser el mismo.

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En lo que coinciden los comerciantes es que las ventas están empezando “flojas”, aunque confían en que conforme se acerque la Navidad las mismas aumenten y puedan obtener mejores ganancias.

Algunos de los comerciantes dicen que sus productos son ciento por ciento nacionales, o que son artesanales, por lo que al comprarles a ellos, se evita la comercialización de productos chinos. Aunque muchos de los artículos que venden (al menos los electrónicos) son de aquella nación asiática.

Algunos nacimientos que se ofrecen también presentan el aspecto de no ser del país, por la laboriosidad y detalles que presentan en su manufactura. Asimismo, muchos de los arbolitos de Navidad artificiales no son hechos en México.

FOTO. DOMINGO VALDEZ
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La presencia del tianguis beneficia a los locatarios del mercado, pues los clientes que acuden buscando productos navideños aprovechan el viaje para comprar el mandado o la comida del día.

“Aquí estamos esperando a los clientes que no vinieron ayer”, dice una locataria del mercado que vende productos del mar y que atiende a su clientela que llega de manera constante hasta su puesto para comprar pescados y mariscos.

Los pasillos del mercado están llenos de compradores. Muchos, a la par de los productos del mercado tradicional, llevan piñatas o decoraciones navideñas. La simbiosis entre mercado y tianguis funciona.

FOTO. DOMINGO VALDEZ
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Los congestionamientos viales alrededor del mercado son otra característica de la temporada. Durante el año, la circulación alrededor del mercado suele ser complicada. Y durante esta temporada las condiciones se vuelven más difíciles aún por la cantidad de personas que llegan hasta el mercado y por lo regular sólo van al tianguis. Además, conforme se acercan las fiestas decembrinas, crece el número de autos con placas de otras entidades circulando en la capital, aumentando el tránsito en ciertas zonas de la ciudad.

Por desgracia, unos de los productos que aún se venden y que muchos grupos de ambientalistas han llamado a no adquirir, son el musgo y el heno, que es colocado en los nacimientos que las familias colocan en sus casas. Incluso, las autoridades del medio ambiente han llamado a la población a crear conciencia sobre el daño ambiental provocado a los bosques con la sustracción de estos elementos de la naturaleza. Por ello, invitan a usar otro tipo de materiales para la elaboración de nacimientos. Aunque usando el sentido común, en medio oriente no había ni musgo ni heno. La Palestina de hace 2 mil años era igual de desértica que la del siglo XXI, por lo que un nacimiento con heno y musgo es inverosímil.

Otros productos navideños que no están en el tianguis, sino dentro del mercado, es el bacalao, los camarones y los romeritos que comienzan a hacer su aparición en los locales que ofrecen abarrotes y alimentos.

Poco a poco, la Navidad invade los espacios cotidianos de los queretanos, que la esperan con alegría o con indiferencia, pues para unos son momentos de alegría en familia y para otros no pasa de ser una fecha en el calendario o una oda al consumismo capitalista desmedido.

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