A casi tres semanas del descarrilamiento de un tren de la empresa Ferromex en Querétaro, siguen sin remover de la zona los vagones dañados -tanque cisterna-, ahora convertidos en aparente chatarra, que formaban parte del enorme convoy accidentado.

Son cuatro las pipas acostadas sobre el piso, a un lado de las tres vías que cruzan el barrio de Hércules, en la capital queretana. Las personas que habitan la zona las observan con cautela y miedo a la distancia.

Fue el 18 de noviembre que se descarriló un tren que transportaba combustóleo, en el barrio de Hércules de la capital.

Antonio Valencia, vecino de esta popular zona, explica que durante los cuatro días posteriores al siniestro, personal de la empresa Feromex maniobró para poder mover los carro tanques dañados y así liberar una de las vías, la cual estaba obstruida.

“El accidente ferroviario se dio un sábado, y hasta el martes terminaron de quitar los vagones de las vías para permitir que retomara su actividad. Parece que ahora dejarán ahí esa chatarra, eso que es basura metálica”, lamentó el vecino de esta región.

El siniestro se dio a que seis de los 80 carro tanques que transportaban combustóleo se descarrilaron. Además, provocó que durante varias horas cerraran la zona para evitar alguna tragedia, debido a que también hubo fuga del referido combustible.

De acuerdo con Protección Civil municipal de la capital quertana, la dependencia realizó con personal de la empresa los protocolos para sacar de los carros tanques accidentados el combustible que transportaba. Ahora, dice, no representan peligro para las personas que viven este barrio con tradición ferroviaria, debido a que por ahí pasan tres vías que conectan al centro con el norte y accidente del país.

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