El hecho de concebir a las ciudades como productos económicos ha generado que estas tengan un crecimiento desmedido, lo cual ha provocado la generación de viviendas sin sustentabilidad, así como la creación de grandes industrias, comercios e industrias que generan un deterioro en la calidad de vida de las personas, informó Enrique Ortiz Flores, ponente del foro “La ciudad ¿un derecho humano?”, ofrecido en las instalaciones de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro.

Destacó la importancia de que se vuelva a poner en el centro de las cosas al ser humano, esto a través de una democracia participativa y que sean los propios ciudadanos quienes eligan cómo vivir y que ciudad quieren para el futuro.

“Una situación que afecta a una ciudad, es la marginación en el medio rural, que hace que se pierda la identidad como pueblo y país. Es un problema que debemos de combatir, esa pérdida de lo social, la corrupción de sindicatos y organizaciones, son parte de los problemas”.

Aseveró que con el paso del tiempo, se han generado ciudadanos sin ciudad y ciudades sin ciudadanos, esta situación generada por los efectos de la globalización económica, que ha impactado en la urbanización y el crecimiento desordenado, así como comunidades sin servicios básicos, lo que da como resultado que esta personas carezcan de derechos.

Uno de estos ejemplos, dijo es especialista, es la inversiones externas o los macro proyectos modernizadores, que contemplan la construcción de grandes edificios, centros comerciales u estadios, en lugares donde implica un desalojo de las personas que ahí viven, y por lo tanto una violación a sus derechos humanos.

Otra situación que se ha generado en las ciudades es la producción de vivienda, lo que ha dado como resultado que en México se tengan 5 millones de casas vacías, ya que estas están alejadas o mal hechas.

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