Apesar de los avances en tecnología, en Querétaro sigue vivo el romanticismo. Grandes y chicos acuden a las baladas rancheras, a las letras de amor con mariachi para conquistar al ser amado.

Desde hace más de dos décadas, Juan Francisco Suárez, miembro del Mariachi Santa Rosa, acude a la Plaza Santa Cecilia en búsqueda de nuevos clientes, al lugar también se le conoce como Plaza del Mariachi. Lo más común es que entre semana los músicos se dediquen a llevar serenatas, mientras los fines de semana son contratados para tocar y cantar en eventos sociales; bodas, bautizos, quince años.

“No creo que la música de mariachi esté en crisis, al contrario, creo que cada vez las nuevas generaciones se involucran más en este tipo de música, varios de nuestros clientes son jóvenes, en ellos se está inculcando mucho la música mexicana, nos contratan sobre todo para serenatas para sus novias. Diario entre semana estamos en la plaza, llegamos al lugar en la tarde noche y nos quedamos hasta la una de la madrugada, entre semana es más común las serenatas, sábados y domingos nos buscan para eventos como bodas y quince años. Venimos a la plaza a que llegue el cliente”.

Una serenata cuesta entre 2 mil 200 y 3 mil pesos, los clientes son diversos y de todas las clases sociales, aunque las familias que mejor tratan a los músicos son las de los pueblos y comunidades, sobre todo si viven en Santa Rosa Jáuregui, comenta Juan Francisco.

“Nuestros clientes son de todos tipos, jóvenes y adultos, tenemos muy buenos clientes, tanto gente rica como gente de mediana economía, la que nos contrata más es la gente de pueblo, esos clientes son también los que quieren más al músico, nos atienden de lo mejor, cuando llegamos a las fiestas nos ofrecen de comer, a veces hasta una botellita nos regalan, aunque no la consumamos ahí. Esta hospitalidad se ve mucho en Santa Rosa Jáuregui, porque el mariachi es de allá y la gente del lugar nos prefiere a nosotros por encima de otros mariachis, es como un orgullo del pueblo”.

Contrario a lo que podría pensar la mayoría de la gente, la época del año en la que los músicos tienen más trabajo no es en febrero o en mayo, sino en diciembre, cuando los migrantes vuelven a Querétaro para convivir con sus familias, reuniones en donde la música más mexicana no puede faltar.

Las mejores fechas para los mariachis, comparte Francisco, son el Día del Amor, el Día de las Madres, las Fiestas Patrias y todo el mes de diciembre.

Con su empleo como músico en el mariachi Santa Rosa, Francisco ha mantenido a su familia durante toda la vida; se dice orgulloso de su trabajo, pues además de representar dignamente a la cultura mexicana, puede transmitir sus conocimientos y su gusto por la música a sus hijos.

El abuelo y padre de Francisco fueron músicos antes que él, y ahora lo son también sus hijos, uno de ellos toca con él en el mariachi, mientras los demás optaron por estudiar música, unos piano, otros guitarra.

“Tengo 23 años de ser mariachi, mi papá es fundador del Mariachi Santa Rosa, él ya tiene 60 años de ser músico, crecí con la música del mariachi en mi casa, mi abuelo también fue músico, tocaba en una banda también en Santa Rosa, y ahora mi hijo que toca trompeta y también forma parte del mariachi. Para mi familia es un orgullo ser músicos de mariachi, es un trabajo muy noble y muy bonito”.

Reconoce que en Querétaro se vive una falta de músicos, especialmente para el género del mariachi, por eso además de sus labores diarias, los mariachis queretanos se dedican a detectar y conseguir nuevos talentos, todos los días están atentos a los jóvenes, para ver si alguno además de sentir pasión por la música, es honesto, trabajador y responsable, todo con el objetivo de incluirlos a los mariachis y grupos ya existentes.

“En Querétaro hay pocos músicos, muchos de los músicos vienen del estado de Guanajuato, de donde salen bastantes músicos. En Querétaro es en Chichimequillas, Saldarriaga y Casablanca, de ahí salen bastantes músicos, nosotros andamos buscando, y de los que encontramos en nuestro grupo seleccionamos que sean respetuosos, cumplidos, honestos, sin vicios, esa es una de las cualidades que buscamos para ser parte del mariachi”.

A los nuevos músicos les recomienda estudiar música, siempre y cuando eso les sea posible. Dice que hay quienes nacen con las habilidades, pero aún así esas habilidades deben desarrollarse con el estudio.

“Yo estudié poco pero afortunadamente tuve muchos maestros en el mariachi, así es como se ha ido transmitiendo la música de este género, de generación en generación, pero siempre aconsejo a los jóvenes que si tienen la oportunidad de estudiar, que la aprovechen y lo hagan para que no sólo sean músicos, sino buenos músicos que pongan en alto el nombre de Querétaro”, comparte el músico con 23 años de experiencia.

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