Seis plataformas tecnológicas están en proceso de regularización para brindar el servicio ejecutivo de taxi; no serán concesiones sino permisos de dos años los que se entreguen a las unidades que determine el Instituto Queretano del Transporte (IQT), informó el titular de esta dependencia, Alejandro López Franco.

Por ahora, la dependencia está en la etapa del “visto bueno” de las plataformas; el siguiente paso implica determinar cuántos permisos se otorgarán y para qué unidades.

López Franco explicó que en la primera convocatoria se sumaron seis plataformas: dos locales y cuatro foráneas, entre ellas no figura Uber.

“Con base en la convocatoria [de 2016], realizó un procedimiento en el que se determinaron quiénes de los oferentes cumplían con los requisitos y, ahorita, lo que se autorizó fue la plataforma, el paso que sigue es la determinación de cuántas unidades se van a autorizar”, señaló.

El número de permisos a entregar se decidirá con base en los datos que tiene el IQT de oferta y demanda del servicio, tomando en cuenta el crecimiento poblacional que tiene el estado de Querétaro, dijo el funcionario.

López Franco aclaró que se trata de un proceso de regularización que finalizará en abril, según las estimaciones de tiempo; a partir de entonces, cualquier automóvil que brinde el servicio ejecutivo de taxi será sancionado por operar ilegalmente (pirataje), con multas que alcanzan los 64 mil pesos, además de la remisión de las unidades al corralón.

Hasta ahora, a partir de que nacieron plataformas como Uber y Cabify en el estado, se han remitido 11 unidades al corralón y aplicado las respectivas sanciones a los dueños de las unidades.

“Están en un proceso de regularización, al finalizar este proceso definitivamente no podrá operar nadie que no funcione bajo estas reglas. En este momento, los que no están en proceso de regularización están ofreciendo un servicio que es totalmente irregular”, mencionó.

La regularización también implica la generación de una base de datos de los dueños y/o conductores de los automóviles; en el caso de los choferes, deberán contar con la capacitación que exige el IQT a los operadores del transporte público, tanto de taxi como de colectivo, además de tener el permiso respectivo (tarjetón) que lo autorice a brindar el servicio ejecutivo.

“Tienen que cumplir con los requisitos necesarios para contar con el permiso de sus conductores y las unidades, lo que vamos hacer es trabajar de la misma manera que con taxis, en tener el registro y control de quienes están operando y que tengan la capacitación necesaria”, refirió.

En tanto se desahoga la primera convocatoria, se prepara una segunda que, a decir del director del IQT, se lanzará en 2018.

Actualmente, existen más de 6 mil concesiones de taxi en todo el estado; antes de la entrada de plataformas como Uber y Cabify, las organizaciones de taxistas, a través de Radio Taxi, ya ofrecían el servicio, con automóviles particulares que, de igual manera, operaban en la ilegalidad.

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