Metrópoli

Con permiso de la madre tierra, jóvenes deleitaron con su danza

El grupo se llama Tepochcalli Quetzalcoatl, que significa “Casa de jóvenes de conocimiento”

La participación fue ovacionada por los asistentes a la plaza principal (DEMIAN CHÁVEZ. EL UNIVERSAL)
22/03/2018 |03:10
Domingo Valdez
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Los pequeños danzantes ejecutan sus pasos y coreografías ante cientos de turistas que se dan cita en el jardín principal del pueblo mágico de Bernal. Al ritmo del tambor bailan, no sin antes pedir permiso a la madre tierra, a quien también agradecen la comida que da a los seres vivos.

Ángel Román o Chalchutecutli, Señor del Jade, explica que lleva poco más de dos años en la danza. Hace año y medio inició el grupo de danza con los niños y se fueron acercando poco a poco.

El grupo se llama Tepochcalli Quetzalcoatl, que significa “Casa de jóvenes de conocimiento”. Actualmente son 23 menores quienes integran este grupo de danza, pero como el puente y la festividad se recorrió, muchos de los integrantes no pudieron asistir.

“Nosotros pertenecemos ahorita a la casa de la cultura de Ezequiel Montes. Los niños van a aprender, muchos conocimientos. Ellos han realizado todas las herramientas que usan, desde sus coyoleras, brazaletes, collares, todo eso se les ha enseñado a elaborarlo”, apunta.

Los jóvenes danzantes han terminado su participación en las ceremonias del equinoccio de primavera 2018. Sus frentes sudorosas brillan a los rayos del sol. Se dirigen a la sombra de unos árboles, no sin antes pasar por una botellas de agua.

Su participación fue ovacionada por quienes acuden a la plaza principal de Bernal.

Ángel señala que trabajan durante toda la semana, lunes, miércoles y viernes ensayan dos horas diarias, mientras que martes y jueves se dedican a elaborar artículos de piel, pintar la manta de su vestuario, mientras que el fin de semana son descansos o danzan cuando los invitan.

Precisa que han visitado varios puntos del estado y de entidades vecinas, pues su fama poco a poco crece. Incluso, en su aniversario en octubre pasado, recibieron la visita de varios grupos de danzantes de otros estados.

Los menores caminan de un lado a otro, mientras esperan para saber si volverán a danzar o con la poco más de media hora que lo hicieron fue suficiente por ese día.