Evitar enfermedades crónico-degenerativas como hipertensión arterial o diabetes, así como obesidad y desnutrición, es una tarea que debe trabajarse desde el núcleo familiar en coordinación con las instancias correspondientes, demandó el coordinador de Programas Alimentarios del DIF municipal de Querétaro, Rubén Vargas, quien reveló que actualmente en la capital, de un padrón de 12 mil 700 niños, 30% sufre de obesidad.

Consideró que en Querétaro, tanto la obesidad como la desnutrición y otras deficiencias alimentarias, más que por rezago alimenticio, se deben a una mala praxis de alimentación en la que se cae, principalmente en los lugares alejados de la zona metropolitana.

“Se trata de aprender a comer, nosotros en las aulas-cocinas enseñamos a comer. Recalcar que Querétaro no tiene rezago alimentario como en otras entidades, por ello tenemos el programa de complemento nutricional donde enseñamos madres de familia cómo alimentar a sus hijos”, explicó el coordinador.

Agregó que además de este padrón infantil, se cuenta con uno similar pero de madres embarazadas, el cual asciende a alrededor de 300 mujeres, de las cuales 5% tiene un desbalance nutricional cercano a la desnutrición, mismo que se atiende en la Secretaría de Salud estatal (Seseq).

En el tema de obesidad infantil, el problema está acentuado principalmente en la zona urbana, en donde habita el 95% de los niños que exceden su peso recomendable.

Añadió que estos niños tienen entre seis y 11 años de edad, son estudiantes de primaria; al tiempo que se reportan 18 casos de desnutrición, los cuales también son canalizados a la Seseq.

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