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Caminar sobre la calle de Juárez, en el centro de la ciudad de Querétaro es encontrar tiendas de diferentes tipos y giros, como la Farmacia Guadalupana, que se pierde en locales de electrodomésticos, ropa, antojitos.
Desde hace 88 años la Farmacia Guadalupana abre sus puertas para salvaguardar la salud de los queretanos, donde las fórmulas a pedido alivian desde una gripa hasta un espanto a los asistentes.
La Farmacia Guadalupana es de las más antiguas en la ciudad de Querétaro, donde acuden desde hace casi nueve décadas los queretanos que quieren buscar remedio a sus males.
El lugar guarda en parte el estilo de las antiguas boticas, de esos locales de antaño que casi no quedan. Dos mostradores divididos por una pequeña puerta, dividen el área de los dependientes y la de los clientes.
El local está dividido en dos puertas de acceso. Al interior, dos sillas de madera y herrería, con asiento redondo, barnizado, invita a los clientes a tomar asiento mientras llega su turno de ser atendido.
Dos mujeres, jóvenes, entran y piden a unos de los empleados un medicamento. Él da una explicación de cuál sería el ideal, se pierde en la profundidad de la trastienda, entre cientos, o quizá miles de frascos con las diferentes sustancias y extractos que se usan desde hace décadas, para elaborar los medicamentos que los queretanos buscan con devoción y confianza, seguros que curarán sus padecimientos.
Como hay males, así hay curas, de todo se puede encontrar en esta añeja farmacia, cuya fama rebasa al territorio estatal, pues personas de entidades vecinas suelen viajar a Querétaro exclusivamente para comprar medicamentos sobre pedido en el lugar.
Los remedios más caros
De los más remedios más raros, está el elaborado para las mujeres durante la lactancia y que, por razones desconocidas, “se les cortaba la leche”, como solían decir las personas en otros tiempos.
También, para las mujeres que acaban de dar a luz, existe un remedio para eliminar las estrías y evitar que el vientre “se cuelgue”, como decían las abuelas.
Otros más comunes, curan la gripa, alivian los dolores causados por torceduras y golpes, unos más hasta los sustos.
Atienden desde hace 88 años
Gonzalo Sánchez Rodríguez, representante legal de la sociedad que es dueña de la Guadalupana, explica que el negocio lleva abierto 88 años, y él tiene más de tres décadas trabajando en el local.
“Se ha mantenido con la misma filosofía, productos para comercializar nuevos, como siempre lo hemos hecho y la gente se interesa porque somos uno de los negocios más antiguos de Querétaro y nos conocen bastante”, señala la representante en entrevista.
Recuerda que antes no existían las medicinas de patente y lógicamente se preparaban todas las medicinas, eso comenzó a cambiar en los años cincuenta, cuando inició la comercialización de las medicinas de patente.
La costumbre sigue entre los clientes de la farmacia, quienes acuden para comprar sus medicinas hechas a medida, de acuerdo a las indicaciones del doctor, “se las preparamos de acuerdo a lo que el médico le recete al paciente y si tenemos los ingredientes, con mucho gusto la preparamos”, dice.
Los medicamentos, abunda, están hechos de sustancias químicas, todo se encapsula, se hacen emulsiones o jarabes, según lo que el médico recomiende.
Lo que más recetan es un producto que ayuda a la gente que ha sufrido alguna impresión, algún susto, evitando que el paciente enferme de diabetes.
Esta receta es muy socorrida y representa, de acuerdo a Sánchez Rodríguez, el producto más vendido en la Guadalupana.
Todos los productos, continúa, están hechos a base de extractos naturales y sustancias con las que ellos cuentan.
Mucha clientela
La afluencia de gente que viene a pedir estos medicamentos es mucha, pues son productos muy antiguos y que se siguen usando, “hay gente que viene de fuera y de acuerdo a las características que tenemos, la gente viene y se lo lleva de aquí porque es muy especial, tiene otro sabor al que venden en otros lugares”, apunta.
Precisa que los clientes que vienen a comprar son de todas las edades, pues no hay distingo de edad, pues su fama y prestigio ha roto la brecha generacional.
Sobre la competencia con la apertura de farmacias de cadenas nacionales, señala que lo único que han cambiado es la venta de medicinas de patente, que ya casi no comercializan.
“Debido a la gran competencia que hay, no podemos competir con esos precios, realmente vendemos muchas cosas, vendemos instrumental químico, aparatos de ortopedia, sustancias químicas, muchas otras cosas que otras farmacias no venden”, agrega.
Y es que en la misma calle Juárez hay al menos dos sucursales de cadenas nacionales de farmacias, que con mayor gasto de publicidad venden más, además de ofrecer la venta de abarrotes y otros productos.
La gente que compra aquí no sólo es de Querétaro, vienen también de los estados vecinos, pero los queretanos, quienes saben que desde hace 88 años La Guadalupana ofrece remedios para casi todos los males son los que más compran en la mítica farmacia, cuya tradición y prestigio entre los locales es reconocido, no por nada lleva 88 años abriendo sus puertas, sus dos puertas con dos sillas de madera y herrería y asientos redondos barnizados.
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