Ayer por la noche, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ) confirmó que el cuerpo sin vida hallado el pasado 18 de enero en la carretera estatal 200, a la altura de la comunidad de Saldarriaga, en El Marqués, sí corresponde a Yosheline Arenas Heredia, desaparecida el pasado 11 de diciembre de 2015.

En rueda de prensa se detalló que el pasado 12 de diciembre de 2015 se inició la averiguación previa IV/3909/2015 por la denuncia presentada por los familiares de Yosheline, con motivo de su desaparición, quien laboraba en un conocido restaurante de la capital.

Como parte de las primeras diligencias se recabaron las declaraciones de familiares de la joven, quienes de acuerdo a la PGJ, siempre colaboraron con la investigación, aportando la información que les fue requerida sobre su círculo cercano.

Se mencionó que el 14 de enero del presente año se puso en funcionamiento la Unidad Especializada en Búsqueda de Personas, instancia que atrajo las investigaciones del caso, la cual permitió ampliar de manera importante las líneas de investigación.

El 18 de enero se localiza un cuerpo sin vida en la carretera estatal 200, a la altura de la comunidad de Saldarriaga, en El Marqués, por lo cual se dio inicio a la averiguación previa I/46/2016.

En aquel momento, personal especializado de la institución acudió al lugar del hallazgo, se realizaron las diligencias correspondientes para el procesamiento del lugar, y se ordenó el traslado del cuerpo sin vida para la práctica de la necrocirugía, comenzando la intervención del grupo especializado en la investigación de homicidios.

Los peritajes en materia de genética forense realizados por la Procuraduría confirmaron al 99.99% la compatibilidad del perfil genético del cuerpo con el de familiares de Yosheline Arenas Heredia, situación que fue corroborada por medio de otra prueba pericial efectuada por la Procuraduría General de la República (PGR).

Después de que la familia facilitó un video donde se pudo establecer que Yosheline abordó de forma voluntaria un vehículo de color gris, elementos de la Policía de Investigación del Delito (PID), lograron establecer las características del vehículo, siendo éste de la marca Toyota, tipo Yaris, color gris.

La PID realizó un análisis de los lectores de placas ubicados en la zona en el lapso en que la joven abordó el vehículo,  detectando dos unidades con características similares al que se aprecia en el video.

Como resultado, una de las unidades fue descartada toda vez que se verificó que pertenecía a una persona de la tercera edad, por lo que se enfocaron las indagatorias en el otro vehículo, cuyo poseedor era un hombre joven.

Derivado de la verificación que se hizo al teléfono de Yosheline se estableció que el número telefónico del sujeto se encontraba entre sus contactos.

A raíz de esta situación se inició una investigación y se determinó que el sospechoso reunía todas las características para considerarse imputado.

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