Diariamente decenas de migrantes centroamericanos pasan por Querétaro para llegar hasta la frontera norte del país y cruzar a Estados Unidos. Todo este trayecto, desde que salen de sus países de origen, está lleno de infinitas posibilidades de que no vean cumplido su cometido, pero sobre todo de riesgos que ponen en peligro su vida.
Secuestros, accidentes, asaltos, robos y extravíos entre muchas otras situaciones, son los escenarios que los migrantes deben afrontar cuando deciden emprender la aventura de llegar al país vecino de manera ilegal, además del propio Instituto Nacional de Migración (INM), quien al momento de localizarlos, los deporta.
Y aunque de acuerdo con migrantes consultados por EL UNIVERSAL Querétaro, en la mayoría de las entidades fronterizas del sur y del norte están sometidos a un trato deplorable, en esta entidad se les trata de manera digna, lo que los deja, incluso, con ganas de no seguir más con su camino y buscar quedarse a residir.
Christian, de nacionalidad ecuatoriana, quien prefirió omitir su identidad por cuestiones de seguridad personal, dijo haber llegado a Querétaro viajando como “ilegal” en tren, sobre materiales industriales en un vagón sin techo y con decenas connacionales suyos, a los que con el paso de los días ha perdido de vista.
Desde su entrada a Chiapas, Christian se ha acostumbrado a dormir en la calle con frío y ante el riesgo que representa la delincuencia en la noche, en esta ocasión decidió pedir asilo en el Albergue Invernal, operado por el DIF estatal y municipal, en el que encontró café, pan, cobijas y colchonetas, además de buen trato.
“Uno se enfrenta a muchos riesgos, al menos hoy me toca dormir caliente y con la panza llena, que ya es mucho decir cuando se es indocumentado, aquí en Querétaro nos tratan muy bien y qué bueno, se les agradece con el corazón”, expresó conmovido. En este albergue, también pasó la noche Juan Arturo, otro centroamericano que reconoció la hospitalidad del Albergue del estado aunque él tiene una historia diferente a la de la mayoría de sus paisanos que arriban diariamente a la entidad.
“Yo no soy indocumentado, vengo de El Salvador por problemas familiares, sólo que me quedé sin dinero durante el regreso, pero vivo en Ensenada (Baja California), ahí trabajo y dentro de poco podré sacar mi casa de Infonavit y espero poder traerme a mi familia pronto”, indicó el joven mientras cenaba café con pan.
De acuerdo con Delia Sánchez Jiménez, administradora de albergues municipales, diariamente reciben a cerca de cinco migrantes en cualquiera de estos sitios. Ellos están de paso buscando llegar a la frontera norte o a la del lado sur, luego de haber sido deportados de los Estos Unidos.
Sin embargo, recordó que la gran mayoría de indocumentados prefiere dormir en la calle, pues se sienten inseguros de acudir a pedir asilo, temen que puedan ser aprehendidos por las autoridades y enviados de regreso a su país de origen.
Hoy se conmemora el Día Internacional del Migrante, tema que en Querétaro asume vital relevancia, al ser un paso continúo de viajeros indocumentados.
Apenas el pasado 15 de diciembre, medios de estados fronterizos, dieron a conocer que en Tampico, Tamaulipas, fue asegurado un camión que partió de la central camionera de Querétaro, con más de 35 pasajeros de origen centroamericano y sin documentos, quienes buscaban el llamado “sueño americano”.