[Publicidad]
Se llama Carmen. No quiso dar más datos por seguridad. Ella sufrió una extorsión hace poco tiempo.
Estaba sola cuando sonó el teléfono. Al contestar, le dijeron: “¿Tía?”. Respondió: “Sí”. La otra voz le dijo: “Soy su sobrino de Estados Unidos”. Ella contestó: “¡Ah, sí, eres Pedro” y la voz dijo: “Ándale, tía, soy Pedro”. Ahí empezó el plan del delincuente de usurpar la identidad a un miembro de su familia.
Le argumentó: “Ay, sí tía, lo que pasa es que yo iba para Querétaro y traigo muchos regalos y cosas. Entonces, estoy en la frontera y me detuvieron los policías. Quieren que les pague para dejarme pasar y necesito que usted me ayude y me deposite un dinero”.
Carmen se dirigió a depositar la cantidad que le pidió: 8 mil pesos. Se lo mandó por un servicio de mensajería. Después, la voz le volvió a llamar; le dijo que con esa cantidad de dinero no era suficiente, por lo que le pidió otro depósito de 8 mil pesos.
Después de estos depósitos, le volvieron a marcar, ahora le pidieron 2 mil pesos en tarjetas de teléfono celular.
Una de sus hijas llegó más tarde y le comentó lo sucedido con su “primo”, con el paso de la horas se dieron cuenta que habían sido extorsionadas.
[Publicidad]
Más información

Metrópoli
Municipio de Querétaro mantiene más de mil tarjetones activos para estacionamiento de personas con discapacidad

Metrópoli
Padres de familia denuncian nuevo robo en una primaria de Querétaro

Metrópoli
Reconoce Felifer labor de inspectores

Metrópoli
Nochebuenas iluminan el corazón de la capital de Querétaro


