El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servitur), Manuel Ruiz López, comentó que se avanza en el padrón de locales donde serán colocados los botones de pánico en el Centro Histórico, e informó que ya se cuenta con algunos equipos disponibles.

Desde el año pasado se ha trabajado con este proyecto, para ponerlo en marcha, como primera etapa, en la zona del primer cuadro de la capital queretana.

En un inicio se buscaba que éstos fueran a un bajo costo para el fácil acceso de los comerciantes, sin embargo, el presidente de dicho organismo comentó que el gobierno del estado, en coordinación con la Canaco-Servitur, los apoyará con más de 370 botones.

Para acceder a ellos los interesados deben contar con línea telefónica en el negocio y asistir a una capacitación.

Ruiz López ha mantenido diversos acercamientos con los comerciantes de la zona centro de la entidad, con la finalidad de conocer, de primera mano, las problemáticas que más los aquejan. En dichos acercamientos se ha manifestado que la seguridad es el tema que más los afecta.

El mes pasado la cámara informó que alrededor de 20% de los negocios de la zona habían sido víctimas de robos, principalmente aquellos con venta de alcohol. Sin embargo, otro de los delitos reportados por los vendedores de la zona es la presencia de supuestos representantes de la Canaco-Servitur, que solicitan pagos inexistentes.

Recordó que las pérdidas en estos establecimientos van de los mil 500 a los cinco mil pesos, aunque algunos comerciantes han reportado robos superiores a esta cantidad.

Los intentos de extorsión se han venido presentando desde 2014, cuando apareció un organismo llamado Canaco-Servitur AC, que se acerca a los dueños de los locales para solicitar cuotas, sin embargo, no prestan los servicios que da la verdadera cámara.

Por ello, el presidente de Canaco mantiene una cercana comunicación con sus agremiados para que eviten ser víctimas de fraude.

El tema de la inseguridad en el centro de la ciudad ha llegado a afectar a los clientes, quienes reportan cristalazos y robos en sus autos. Situación que también involucra a los vecinos de la zona, pues afirman que en al menos una ocasión han sido víctimas de las amantes de lo ajeno.

Autoestéreos y baterías son lo que más reportan como robado, pues mientras las personas entran a los restaurantes y bares, sus automóviles se quedan estacionados en las calles aledañas, donde son susceptibles a la delincuencia.

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