Representantes de 11 sindicatos a nivel nacional y estatal manifestaron su solidaridad con la protesta de la lideresa del STEUAQ, Laura Leyva Saavedra, y de Saúl García Guerrero.

En un restaurante de Plaza de Armas, a pocos metros de donde se realizaría el quinto informe del rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, Gilberto Herrera Ruiz, los sindicalistas se reunieron para exigir el reconocimiento pleno de la toma de nota otorgada a García Guerrero para dirigir el SUPAUAQ, así como el cese, dijeron, del acoso laboral por parte de las autoridades universitarias.

Organizaciones de Puebla, Guanajuato, Guadalajara, Tlaxcala, Colima, Nayarit, así como del Monte de Piedad, telefonistas, FENSU y STUNAM se presentaron en Querétaro para unirse a la manifestación que organizaron para la tarde de ayer con motivo de la rendición de cuentas de Herrera Ruiz.

Arropada por los representantes laborales, Laura Leyva recriminó al rector que hubiera hecho una propuesta salarial y contractual al Consejo Consultivo del Sindicato Único de Personal Académico —el que convocó a la asamblea extraordinaria del lunes pasado— y no a los comités que dirigen ella y Saúl García; a pesar de que durante la audiencia conciliatoria del 25 de enero pasado, ella y el abogado general de la UAQ, Óscar Guerra Becerra, acordaron que la propuesta salarial se presentaría apenas el 20 de febrero próximo.

La lideresa de los trabajadores administrativos de la casa de estudios queretana indicó que han llevado sus reclamos laborales al subsecretario de Educación, Salvador Jara Guerrero.

Por su parte, Saúl García reiteró su exigencia tanto de la reinstalación de los cuatro docentes que fueron despedidos bajo los argumentos de haber cometido violencia contra sus compañeros durante la Asamblea de octubre; como de que las autoridades universitarias reconozcan plenamente a su comité la representación única de los profesores.

Al ser cuestionado sobre la participación de alrededor del 80% de académicos de la UAQ en la Asamblea del 13 de febrero, en donde aceptaron la propuesta del 4% de aumento directo al salario y 1.5% de prestaciones, además de algunos otros beneficios al contrato colectivo de trabajo y donde presuntamente se habría conjurado la huelga emplazada para el 1 de marzo, el maestro indicó que no reconoce los resultados de este ejercicio, al que tacha de ilegal y fuera de los estatutos; pero admitió que posiblemente lleve la opción ante su Asamblea para ver si es aceptada.

En el supuesto de que los representantes legales de la Universidad y el comité con la toma de nota no llegaran a un arreglo, la huelga tendría que estallar, afirmó el docente, quien descartó que vaya a reconocer una derrota, ni siquiera si los cerca de 900 maestros que votaron por la no-huelga se negaran a dejar las instalaciones el 1 de marzo.

“Si no se ha logrado la reinstalación de los maestros despedidos, la reintegración de las cuotas sindicales y el pleno reconocimiento de nuestro comité, nuestra lucha va a seguir. La fecha de huelga es una fecha solamente, pero no crean que lo vamos a soltar”, advirtió Saúl García.

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