En Querétaro los hombres dedican 9.5 horas al trabajo doméstico a la semana en comparación a las mujeres que cumplen 40.5 horas en el mismo periodo, lo anterior de acuerdo con datos arrojados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011, informó la responsable de género de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Martha Aguilar Medina.

“Como es entendida actualmente la paternidad está enfocada en proveer, la mayoría de los hombres en Querétaro la asumen pero sólo desde una perspectiva económica; si tomamos en cuenta la paternidad desde una óptica más amplia, abarca quehaceres domésticos que los hombres no asumen”, explicó la especialista en temas de género de la UAQ.

Aseguró que la paternidad es cuestión de educación, y que se enseña por medio del ejemplo en los hogares, ya que —dijo— en una familia en la que la madre y el padre tienen las mismas responsabilidades el niño crecerá comprendiendo que la crianza de los hijos involucra tanto a la madre y al padre.

Externó que en la sociedad queretana la paternidad no incluye este tipo de actividades que tienen que ver con la crianza, y no sólo con proveer económicamente a una familia; lo que se puede reflejar en el tiempo que pasan los hombres y las mujeres realizando trabajo doméstico o las estadísticas del trabajo remunerado y no remunerado.

De acuerdo con los datos arrojados por encuesta realizada por el Instituto Nacional de estadística y Geografía (Inegi), Mujeres y hombres 2011, se observa que de las mujeres de 14 y más años, 61.8% realizan trabajo no remunerado; mientras que 26.3% de los hombres desempeñaron dicho trabajo.

Además, la participación de las mujeres en el trabajo remunerado es de 35 de cada 100 mujeres que contribuyen en la producción de bienes y servicios; en contraste con los hombres que 70 de cada 100 hombres perciben remuneración por su trabajo.

“Esto lo podemos ver por la cantidad de mujeres que son jefas de familia (proveen) que son 30% de las mujeres en Querétaro, de lo cual deducimos que en su mayoría los hombres son jefes de familia pero desde una económica”, añadió Aguilar Medina.

Lo anterior, significa que por cada mujer que percibe una remuneración por su trabajo hay dos hombres que se encuentran en estas condiciones, analizó la también investigadora de la universidad.

“No se entiende como una responsabilidad compartida, porque las mujeres salieron a trabajar, es una cuestión de educación, es una paternidad entendida en un sentido más amplio, así como se entiende la paternidad en las mujeres se debe entender la paternidad en los hombres”, pronunció la especialista de la UAQ.

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