Ángel Lindero Hernández se encuentra hospitalizado desde el pasado 12 de enero, tras ser objeto de golpes por parte de Policías Municipales de San Juan del Río. La esposa se presentó ante el ministerio público a denunciar los hechos. La madrugada del sábado 12 de enero, Ángel Lindero llegó a su domicilio junto con 2 compañeros de trabajo a bordo de un taxi, cuando repentinamente llegaron varias unidades policiales de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) y comenzaron a golpearlos. Los uniformados aseguraron que les había marcado el alto y estaban relacionados en una riña suscitada en la comunidad de Santa Matilde, asimismo, golpearon a las tres personas para después encerrar en la cárcel municipal por faltas administrativas. La señora Luz María Bravo, esposa de Ángel Lindero Hernández, se enteró que su marido después de salir de trabajar en la zona Industrial de Valle de Oro se encontraba hospitalizado en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Acudió al nosocomio y al ver que no era atendido lo trasladó al hospital de Cruz Roja, donde lo intervinieron e informaron que presentaba fractura de dos costillas y golpeas múltiples en extremidades inferiores y superiores. Al conocer la situación narrada por uno de los compañeros de trabajo, la esposa acudió a la agencia del ministerio público a denunciar los hechos, los cuales quedaron asentados en la averiguación previa SJR2/059/13 por el delito de abuso de autoridad. Al conocer el estado de salud de su esposo, compañeros de trabajo le indicaron que primero los bajaron del taxi a golpes y tras aplicar gas lacrimógeno, amagaron con las armas de cargo para después empezar a golpearlos con el tolete dentro de la patrulla. Al llegar a la cárcel municipal continuaron golpeándolos hasta que Ángel comenzó a sentirse mal y los amigos les pidieron apoyo a los policías de la cárcel y al ver tan mal al detenido dieron parte al Juez Cívico que de inmediato ordenó que lo dejaron libre y que pagara una multa de 200 pesos; al regresarle su cartera ya no traía su dinero que eran 800 pesos, al reclamar le dijeron que si quería otra golpiza. Tras el insulto fue trasladado por parte de sus amigos a la clínica del IMSS y al no ser atendido, fue intervenido en la Cruz Roja. La víctima aún no ha podido rendir su declaración al respecto debido a que se encuentra sedado por los múltiples golpes que presenta en el cuerpo y la fractura de 2 costillas. El agente del ministerio público realiza las investigaciones al respecto, por lo que se espera que en esta ocasión el secretario de Seguridad Pública hora si tome cartas en el asunto y no solo remueva a los malos elementos como ya lo hizo con otros elementos que también golpearon a un joven si piedad por llamar por teléfono al conducir un vehículo, donde queda de manifiesto el abuso de autoridad.