El fuego de una explosión que provoco una pipa de Gas Express Nieto en Querétaro, hace cerca de dos años, dejó a la microempresaria Paola Carrillo sumergida en una crisis financiera que acabó con su patrimonio y sus ahorros, siendo devorada por las deudas y desempleo.
La ilusión de emprender un negocio, que empezaba a rendir frutos, se extinguió el 29 de julio de 2014, día en el que una pipa de Gas Express Nieto, que transportaba gas LP, chocó contra un poste en la calle de Choles, en la colonia Cerrito Colorado.
El incidente dejó dos muertos, alrededor de 15 heridos de gravedad y el destrozo de varias viviendas e inmuebles, entre ellos el Hospital Río de la Luz, de la zona norte de la ciudad.
Paola Carrillo tenía en ese momento una oficina al interior del hospital, donde tenía una relación de prestación de servicios por medio de su pequeña empresa, que se dedicaba a vender paquetes de tratamientos médicos y llevar pacientes, a cambio de una comisión.
Paola, de profesión administradora, llevaba tres años con su empresa, pero sólo tenía seis meses de trabajar con el Hospital de la Luz, empresa que nunca le quedó a deber dinero.
La alarma y el miedo que provocó la explosión entre las personas que se encontraban en la zona por ver escombros, cristales rotos y vehículos destrozados, se sumó al dolor de los heridos que pedían atención médica, entre los que se encontraba Elizabeth Martínez Martínez, empleada administrativa de Paola.
Con enojo y tono de tristeza, recuerda que el día de la explosión una llama, producto de un enorme flamazo, alcanzó el brazo de Elizabeth, al momento de cubrirse la cara.
El intenso fuego le provocó quemaduras desde el codo hasta el dedo chico de la mano, además de que tuvo lesiones en la pantorrilla, parte de la espalda y en el cabello.
Su empleada quedó muy afectada psicológicamente, pero un tratamiento especial y una cirugía estética le ayudó a recuperarse tanto en lo mental como en lo físico.
Negativas. Elizabeth perdió en la explosión una camioneta, la cual quedó totalmente inservible, pero la gasera sí le pagó el daño; sin embargo, sus gastos médicos, que ascendieron a 100 mil pesos, corrieron a cargo de Paola, debido a que Gas Express Nieto evadió su responsabilidad en el incidente.
Paola expresa con impotencia que Gas Express Nieto no le ha querido pagar a ella los daños materiales que le generaron en la oficina que tenía al interior del hospital y tampoco los gastos médicos que recibió Elizabeth.
Todo lo que tenía en su oficina, explica, era de su propiedad, la computadora, impresora, escritorio, algunos muebles más, papelería y base de datos de sus clientes.
Relata que durante poco más seis meses, a pesar de que ya no operaba su oficina, le siguió pagando su salario a Elizabeth, a quien prefirió liquidar, para dar por terminada toda relación laboral con ella. “Era un sueldo que no podía cubrir”, señala.
Paola ha insistido por todas las vías que la gasera le pague, incluso recurrió a una demanda, pero la gasera ha recurrido al amparo en varias ocasiones para evitar una sanción.
En un principio, Gas Express Nieto le dijo a Paola que no le pagaría absolutamente nada; posteriormente quería indemnizarla cubriendo los daños de una computadora y todo el equipo de oficina.
Paola le reclama a Gas Express Nieto, haber perdido su patrimonio a consecuencia de la explosión, debido a que dejo de funcionar su empresa con la que llevaba tres años y que alcanzaba facturaciones por 400 mil pesos al mes, al llevarle clientes al Hospital de la Luz.
Otra de las cosas que exige Paola a la gasera es que cubra los 100 mil pesos por servicios médicos que gastó en Elizabeth, para que se recuperara de las lesiones que tuvo en la explosión; por último, también pide que se le reembolsen 50 mil pesos que pagó en salarios a su empleada mientras se recuperaba de sus quemaduras.
La demanda que interpuso en contra de Gas Express Nieto se encuentra detenida, debido a que pasó a un juzgado del fuero federal y no se puede hacer nada.
“Ellos dicen que únicamente negociarán con mis abogados, no quieren dialogar directamente conmigo, a pesar de que la afectada soy yo”, menciona la microempresaria.
Al ver pasar el tiempo y no recibir indemnización de la gasera, Paola dice que se todo señala que dicha empresa de gas tiene comprada a las autoridades judiciales.
Se siente defraudada por las instituciones que aplican la ley, ya que además de perder su patrimonio, estar desempleada y quedar endeudada, la gasera se burla de ella, debido a que le ha reiterado que no le pagará.
“Pero seguiré luchando porque creo que existe justicia en este país”, sostiene Paola Carrillo.
El hospital dañado por la explosión, fue restaurado, atiende cirugías menores y, tras haber recibido la indemnización respectiva de la gasera, ya reinició servicio hace algunos meses con nuevos dueños.
Gas Express Nieto es una empresa, dice Paola, a la que nadie pone en orden a pesar de que provoca accidentes constantemente, debido a que no capacita a sus empleados, con todo y que trasladan materiales peligrosos.
Recuerda que en la Ciudad de México dicha gasera provocó una explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa el 29 de enero de 2015, dejando más de 70 heridos y dos muertos. Mientras que en Tonalá, Jalisco, la misma empresa, en otro percance registrado el 19 de enero de este año, provocó lesiones en 15 personas.