En la colonia Linda Vista la calidad de vida de sus habitantes está condicionada para las autoridades, quienes aseguran que hasta rebasar las 80 casas construidas podrá dejar de ser una zona irregular.
Sin embargo, los rondines de Inspección municipal son continuos para multar a aquellos predios sin enrejado o bardeado, como el que está junto a la casa de Consuelo Hernández.
Es decir, que los más de 100 habitantes que actualmente radican en la localidad de la delegación de Santa Rosa Jáuregui, no tienen acceso a los servicios básicos, que por ley, son necesarios para una vida digna.
La señora Consuelo Hernández Balderas lanza un grito desesperado:
“Me gustaría hacer un llamado a Marcos Aguilar para que viera nuestra colonia, para que sepa cómo estamos de desatendidos, no es posible que vivamos así, que venga y vea en qué nos puede ayudar, lo que yo paso lo viven la mayoría de mis vecinos”.
Esta petición de ayuda, Consuelo y sus vecinos, han tratado de hacerla llegar desde hace varios años a las instancias pertinentes, sin embargo siguen sin respuesta.
Son casi 10 años de vivir en una zona que las autoridades consideran una colonia irregular, situación por la que para sus habitantes siempre se complican los trámites y el papeleo a la hora de solicitar los apoyos de gobierno.
“Si ellos no nos ayudan ¿Cómo se va a regularizar la zona? Los habitantes han comprado y construido en algunos de los terrenos pero la mayoría no cuenta con las escrituras del predio, hace poco metimos un documento en el Instituto de Vivienda del Estado de Querétaro (IVEQ), pero dijeron que tenían que haber más de 80 casas construidas, y que no las había, por lo que han de tener archivado el documento en lo que se construyen más casas”, asegura la ama de casa en la puerta de su hogar, ante la visita de EL UNIVERSAL Querétaro a la zona.
Mientras eso sucede, los habitantes de Linda Vista sortean la vida sin servicios.
Sobreviven como pueden ante la falta de agua potable, no cuentan con instalaciones eléctricas reguladas —inclusive los vecinos cooperaron para la compra de un transformador para todos—, sufren inundaciones en la época de lluvias, pero además también los golpea la inseguridad.
Por ejemplo ante la carencia de agua, los colonos se olvidan de hacer planes los lunes y los jueves. Al no contar con red de agua potable, la pipa de agua que llega a surtir la zona no tiene un horario fijo. Consuelo lo sabe muy bien.
Desde temprano, ella tiene preparada la manguera con la que acarrea agua a los tambos y tinas que están dentro de su patio, pero el problema es la espera. Sin horarios establecidos, su tiempo se consume y deja de atender otras necesidades.
Ella está a punto de cumplir una década de vivir en la colonia de la delegación Santa Rosa Jáuregui. Vive con su esposo, Javier Aguilar y su hijo, Javier Alejandro, de 13 años de edad, en una de las casas que muestra un avance mayor en su construcción, aunque todavía le faltan algunos acabados.
Pero la falta de una red de saneamiento en esta olvidada zona, ha generado que en la época de lluvias la señora Consuelo y su familia padezcan algunas filtraciones de agua y lodo dentro de su casa, debido a que el lugar donde viven no cuenta con calles pavimentadas. Afuera ni se diga.
Las bajadas de agua de lluvia hacen que todo el terreno sea lodo, por lo que para ir diariamente a la escuela, colocan bolsas de plástico en sus zapatos (tanto de ella como de su hijo), ya que si llega sucio al colegio, no lo dejan entrar. El trayecto es de 20 minutos a pie.
Además, Consuelo también se dijo desilusionada luego de ver que construían el polémico Lienzo Charro de Santa Rosa Jáuregui.
“Creímos que nos pondrían pavimento en algunas calles, arreglar alguna de ellas, pero no se ha visto nada”.
Es por eso que Consuelo se da a la tarea de organizar a los vecinos, los lleva a las instancias a solicitar los apoyos y por más rechazos que pueda recibir, siempre visualiza que puede estar mejor, ya que lo peor, lo experimentan a diario.