La creatividad es una de las principales motivaciones de Carlos Cornejo Soto, un artista plástico que se establece sábados y domingos justo al final del andador Libertad, en el Centro Histórico de Querétaro.

Relata que posicionarse en este sitio corresponde a su interés por fomentar la apreciación artística de sus obras y las de 17 artistas más. Carlos pertenece a un grupo de pintores, quienes desde hace 18 años se sitúan en tal zona, a fin de propagar su arte.

“Aquí prácticamente estamos colaborando con la cultura y las artes de Querétaro, para dar un aire más cultural, junto con un grupo de pintores que estamos aquí sábados y domingos, somos como 18 sujetos”, explica al mismo tiempo que detalla el bosquejo de un retrato.

Aunque son pintores, sus conocimientos se diversifican así como se especializan, por ello Cornejo Soto ha optado por mostrar su experiencia con los trazos a lápiz y con la elaboración de bosquejos de retratos.

Su pasión por este aspecto del arte nació desde que era un niño, recuerda que desde su andar por la primaria y la secundaria ya gustaba de recurrir a la creatividad, para entonces utilizaba un lápiz y dibujaba.

“Hacía cuestiones creativas, ya sea con lápiz o barro; fui creciendo y conocí escuelas y maneras de especializarme, para eso tuve que entrar a una escuela, para definir lo que quería”.

Cuenta que desde entonces ha experimentado la práctica de diversas artes plásticas, “he practicado las artes plásticas en todas sus procedimientos como escultura, pintura, escenografía y arquitectura”. Pero sin duda, trazar las facciones de rostros ha sido uno de sus principales complementos como artista.

En el centro, donde se ubica, únicamente exhibe los bosquejos que realiza, pues asegura que en su casa mantiene un taller artístico, donde realiza otro tipo de artes.

“Tengo mi estudio en mi casa, pero me gusta colaborar con mis compañeros. Los sábados y domingos estoy desde las 11 de la mañana hasta las siete de la tarde, pero entre semana me encuentro en mi casa”.

Mientras tanto, cuando no está en su estudio, es posible encontrarlo en el céntrico andador, donde por día realiza entre cinco y seis bosquejos o estudios de retratos; el pintor especifica la diferencia entre un retrato y un estudio, ya que tanto el bosquejo como este último son un paso antepuesto al retrato.

Un bosquejo requiere de aproximadamente 20 a 30 minutos, en tanto, el retrato necesita de mucho más tiempo, a fin detallar los trazos.

“Un estudio se hace entre 20 y 30 minutos, son estudios o bosquejos, que es el inicio de un retrato, luego de este estudio viene el retrato”, explica.

Finalmente, el hombre que afirma tener más de 60 años asegura que su labor como artista plástico no es un trabajo, sino parte de él, pues resalta la diferencia entre hacer algo por pasión y gusto a realizarlo por costumbre.

“Ya no es un trabajo, sino parte mía, en la que tengo que crear y hacer cosas para la gente”, comenta el artista.

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