Las parvadas de tordos, principalmente, que se observan en varios puntos de la capital del estado se ven afectadas por la disminución de perchas (árboles grandes donde se posan), pues dañan a los que todavía permanecen, los cuales se llenan de heces y las ramas ceden ante el peso de tantas aves, señaló la ambientalista María del Carmen Siurob.

Indicó que en Querétaro hay muchos tipos de aves que vuelan en parvadas, pero destacan los tordos, que hacen vuelos en círculos y rasantes, que suelen ser un espectáculo atractivo para los ciudadanos, y otros son las urracas, además de unas especies más pequeñas, que la gente suele llamar “chirrioneros” y que usan los árboles para posarse.

La disminución de árboles grandes afecta significativamente a las parvadas. “El problema es que disminuyen las perchas, hay muchas aves, sigue creciendo el número de su población”, dijo Siurob, y esta falta de árboles para posarse deriva en que los tordos se posen en pocas perchas y se aglutinan en muy pocos.

Ello genera problemas de contaminación, pues son muchos pájaros en pocos árboles, lo que además daña a estos mismos, pues al ser pocos comienza a concentrarse en ellos el excremento de las aves.

“Si hubiera más árboles se podrían distribuir, disminuyendo el excremento en una zona. Ese es el gran conflicto, y entonces las personas comienzan a protestar porque son muchas las aves. Es muy bonito el espectáculo, eso les fascina, lo que no les gusta es el excremento y la gran cantidad de él”, precisó la ambientalista.

Al incrementarse la población de aves y disminuir la cantidad de perchas, la misma acción humana de talar árboles, causa que las personas vean a las parvadas como una plaga, pues se concentran en un lugar muchos ejemplares.

Explicó que, aunado a lo anterior, como consecuencia del cambio climático se han modificado las rutas migratorias de aves y otras especies, como las mariposas monarca, y por otra parte se modifica el tiempo de floración de las plantas.

Este año, por ejemplo, la floración se estima que se adelante y ello generará cambios en las conductas de los animales o contribuirá a desproteger la polinización, por lo que cambia la población de la fauna.

“El cambio climático es tan intenso que se están repitiendo día a día fenómenos naturales que están incrementando los climas, incrementando el calor, las corrientes marítimas tienen más calor y necesitamos recordar que se están repitiendo muy rápido estos fenómenos”, puntualizó María del Carmen Siurob.

Las parvadas de tordos se pueden ver en la zona de 5 de Febrero, Constituyentes, Bernardo Quintana y Universidad, así como unas más pequeñas en Zaragoza, que presentan un espectáculo que atrae y gusta a la gente, por el “ballet” aéreo de cientos de aves que vuelan de manera sincronizada y buscan en las tardes un lugar para pernoctar.

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