En el municipio de Querétaro existen numerosas especies animales de aves, mamíferos reptiles y anfibios, así como de flora, que son amenazadas por la actividad humana y el crecimiento de la mancha urbana, pues se pierden o fragmentan sus hábitats, informó la ambientalista María del Carmen Siurob.

En entrevista, señaló que entre los mamíferos que están, que han visto amenazadas sus poblaciones están la ardilla rojiza, la tuza queretana (en riesgo de extinción), el cacomixtle norteño y al zorrillo pigmeo.

Mientras que entre las aves en peligro de extinción que tienen un refugio en el Parque Nacional El Cimatario (Panec) enumeró a la aguililla cola blanca, el gavilán chapulinero y el búho cornudo. En tanto, los reptiles y anfibios: la víbora de cascabel serrana, la cascabel molusos, la tortuga casquito, y la tortuga hocico de puerto. De anfibios: la rana chirrionera orejona (que habita en las cuevas de El Cimatario, descubierta recientemente).

Entre las especies de insectos se cuenta con cuatro especies endémicas, mientras que la flora en peligro está el sotol, la biznaga de La Cañada, la biznaga de Guamiche, el palo blanco, el colorín y el cedro rojo, también nogal cimarrón.

“Están en riesgo, no de extinción. La categoría de riesgo se da por diferentes connotaciones que te da la Norma 059 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a estas se les dice que están en riesgo porque están enlistadas en la misma, pues están en algún estatus de riesgo”, explicó la ambientalista

La mamalia maquinle, las serpientes y ranas, son las que están en peligro de extinción, cuando hay una situación de esta magnitud, un área debe ser conservada para que sea un santuario para las mismas..

“La principal amenaza que se ha identificado en todas las especies es que se están destruyendo sus hábitats. Muchas de las especies necesitan espacios grandes, entonces cuando se les reducen es más fácil que esté en riesgo la superficie donde se encuentra, y por otra parte el saqueo o la deforestación para usarse madera como leña”, precisó.

Del mismo modo, el crecimiento de la mancha urbana está destruyendo zonas naturales, así como el cableado aéreo. En el caso de las aves rapaces, además del acoso de los pobladores de la ciudad, que introducen perros y gatos a las zonas protegidas que acaban con las especies silvestres, mermando sus poblaciones.

En el caso de los tlacuaches, apuntó que no es una especie que esté en peligro en el municipio de Querétaro, pues hay una población abundante de este marsupial, que ha encontrado en el Panec refugio, junto con otras especies que han sido desplazadas por los desarrollos inmobiliarios.

“A veces cuando construyen casas o están cerca de zonas rurales hay habitantes silvestres que se meten a las casas, y generalmente las personas matan a los padres, y cuando llevan las crías al parque nosotros los terminamos de criar y se liberan en el medio natural”, añadió.

Precisó que también muchos ciudadanos rescatan animales silvestres y se los llevan al Panec, donde los liberan para que puedan estar protegidos, esto representa que exista menos riesgo de que los cacen.

Del Carmen Siurob acotó que para atrapar a los animales hay que tener demasiado cuidado, pues en el caso de las serpientes de cascabel es recomendable llamar a las autoridades competentes del municipio, aunque en ocasiones les llaman al Panec.

Tal es el caso de un restaurante ubicado por la zona de plaza de toros Santa María, que tenía una población de cacomixtles que había hecho del sitio su hogar.

La ambientalista puntualizó que en las especies de animales que no pertenecen a la zona, han identificado que llegan iguanas en los cargamentos de frutas a la ciudad.

Sin embargo, éstas mueren en su mayoría durante la temporada invernal, pues obviamente no soportan las bajas temperaturas que se registran, ya que son de climas más cálidos, sin que representen peligro para las especies locales.

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