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Con el programa de excarcelación que tiene la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), 20 indígenas que han cometido delitos menores, han logrado salir bajo fianza, informó el delegado de esta dependencia, Aurelio Sigala Páez.
El programa implica la defensa para revisar un procedimiento conforme a derecho, pero además, identificar y ayudar a aquellos con posibilidad de obtener su libertad, con el compromiso de no delinquir otra vez.
“Tenemos un programa de excarcelación cada año a promovemos la liberación de 20 a 25 personas a través del pago de fianza por delitos menores, hay personas que están recluidos o que están en la cárcel por algún robo menor pero como no tienen asistencia legal o no tienen recursos para pagar la fianza”.
Entre los objetivos del programa está apoyar económicamente, pues hay delitos que requieren multas que pudieran resultar bajas, pero los indígenas no cuentan con el dinero para pagar, “a veces es hasta de 3 mil pesos y pueden pasar ahí hasta 3 meses por no tener el dinero y en eso nos enfocamos”, resaltó.
Actualmente se tiene un universo de 36 personas de origen indígena en prisión (número promedio) de los que “cerca de la mitad” están relacionados con violaciones; otros delitos graves son las lesiones y homicidios.
“Casi la mitad de los reclusos tiene que ver con violaciones que tiene origen en muchas causas, una de ellas es el hacinamiento en el que viven las poblaciones indígenas, la falta de espacio en la vivienda es la tendencia que tenemos”.
Estos delitos no entran en el programa de excarcelación por la gravedad de las acciones, en estos casos sólo se vigila el proceso para garantizar que exista un intérprete, en caso de que la persona en cuestión no hable español.
“Evidentemente los indígenas que están recluidos por estas causas no alcanzan (fianza), por supuesto, ni le buscamos el apoyo para la liberación, tenemos un programa de liberación de presos indígenas a través de la aportación de fianzas, pero esto se aplica para delitos menores no para delitos mayores como es el caso”.
En esta población, como lo hace la autoridad de manera general, dijo Aurelio Sigala, se trabaja para cultivar la práctica de la denuncia, pues se conoce muchos delitos, como el maltrato o violencia intrafamiliar, no se castiga al no ser reportado a las autoridades.
“Para que tengan cultura de la denuncia, lo que estamos teniendo en esos espacios de información con los jóvenes (…) trabajamos con talleres, espacios, foros, para hacer propuestas que ayuden al desarrollo de los pueblos y sus derechos humanos sean respetados”, dijo.
