De enero a julio de 2015, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro tiene registrados 22 casos de hepatitis, de los cuales 60% son pacientes varones, dijo el jefe del Servicios del Banco de Sangre del Hospital General Regional 1, Fernando Miguel Padilla Reyes.

De los 22 casos registrados, 18 son de hepatitis tipo C y cuatro más son tipo B, precisó el funcionario, al señalar que se detectan en promedio cinco casos al mes en la entidad.

“La hepatitis es la inflamación del hígado causada por un virus, que se cataloga en tipos A, B, C, D y E”, explicó Padilla Reyes.

Describió la enfermedad como un conjunto de infecciones virales que dañan a la unidad funcional del hígado. La transmisión de la hepatitis tipo A es fecal-oral, generalmente por la ingesta de alimentos contaminados, y los tipos B y C se adquieren a través del contacto con elementos contaminados con fluidos corporales infectados.

Comentó que toda la población es susceptible de adquirir hepatitis tipo A, pero para los tipos B y C la condicionante es la exposición al realizarse tatuajes o perforaciones con instrumentos infectados, múltiples parejas sexuales o a través de una transfusión sanguínea.

“Los síntomas clásicos son la ictericia o coloración amarilla de la piel, dolor y malestar general, inflamación de la región hepática y alteraciones como coluria y acolia”, enumeró el funcionario.

El problema mayor es la hepatitis C, que al ser crónica no da síntomas de manera temprana, por lo tanto la gente no se da cuenta y puede padecerla por varios años hasta que el daño se vuelve irreversible.

Lo más importante es el diagnóstico oportuno ya que hay que determinar el tipo de hepatitis, algunos se pueden contener de manera espontánea como la A y la B, mientras que la hepatitis C va a requerir de ciertos tratamientos contra el virus. Aquellos pacientes que siguen un tratamiento adecuado, pueden tener una buena calidad de vida, finalizó Padilla Reyes. Redacción

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