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Aernnova, uno de los proveedores globales más importantes de la industria aeronáutica, que opera dos plantas en el estado de Querétaro, prevé aumentar en dos dígitos su facturación, producción y plantilla durante los siguientes dos años.
Las instalaciones de la compañía de capital español, que se ubican en el Parque Industrial Querétaro y que se inauguraron en 2008, han registrado crecimientos sostenidos que superan el 20% en producción y facturación, señaló Javier Pérez Alcaide, director general de Aernnova México.
En 2015 Aernnova registró un crecimiento del 4 o 5%; la expectativa de la empresa para este 2016 y 2017 es llegar a crecimientos “no del 20% pero si de dos dígitos”, indicó.
Entre las dos plantas “empleamos alrededor de 700 personas y para 2018 podríamos incrementar un 18% la plantilla y la facturación”, aseguró.
“Creemos que con esas instalaciones que hoy tenemos podemos absorber esos crecimientos futuros de la compañía, por eso no contemplamos invertir en nuevas instalaciones”, dijo.
En la primera de sus plantas, Aernnova realiza el montaje de estructuras aeronáuticas, como son alas, empenajes y fuselajes de avión; sus principales clientes son fabricantes de aviones y helicópteros: Airbus, Boeing, Bombardier y Embraer. En la segunda fábrica, la empresa se dedica a la producción de piezas metálicas.
Estimó que la planta de estructura aeronáuticas facturó en 2015 alrededor de 50 millones de dólares: “Son unas 450 mil horas de fabricación y la planta de componentes alcanzó una facturación de unos 10 millones de dólares anuales. Al año facturamos alrededor de 60 millones de dólares”.
“Nuestra visión, cuando entremos en nuestra segunda fase de crecimiento, estaremos rondando en 2019 o 2020 los 100 millones de dólares de facturación, ese sería el objetivo a cuatro o cinco años”, añadió
Puntualizó que 100% de la producción se exporta, principalmente a Estados Unidos, Canadá y Brasil: “Aernnova en su división de estructuras aeronáuticas es un proveedor del nivel uno en la cadena de suministro a las líneas de ensamble final”.
La planta de aeroestructuras opera a 75% de su capacidad instalada, dijo, mientras que la planta de componentes opera a 40%.
Concluyó que no todos los subsectores de la industria aeronáutica “están creciendo igual, por lo cual somos optimistas pero precavidos con respecto al futuro de las dos plantas, que se encuentran ya muy asentadas, maduras y ahora estamos recogiendo frutos, con nuevos contratos y clientes”.