El secretario de Servicios Públicos Municipales, Gustavo Zepeda, señaló que en la capital queretana 80 palmeras datileras deberán ser retiradas debido a que están infectadas por el hongo fusarium y las cuales están ubicadas en avenida Constituyentes, Zaragoza y 5 de Febrero.

Añadió que desde el año pasado se combate el hongo con diferentes productos químicos proporcionados por productores del estado, sin embargo, no se ha logrado la recuperación de las especies. Al momento se han retirado 15 palmeras y se sustituirán con otras especies nativas como pata de vaca.

“Siguen en tratamiento las palmeras pero la verdad es que hemos visto poco avance, entonces yo creo que vamos a empezar a retirar algunas por el daño que presentan”.

El hongo fusarium provoca la enfermedad fusariosis que se puede detectar porque las hojas basales adquieren un tono gris amarillento, después se secan, hasta que la planta muere debido a que es incapaz de conducir agua y nutrientes.

Agregó que aunque el tronco de las palmeras se ve sano las palmas son las que no muestran alguna mejoría. Zepeda Ruiz añadió que se va a trabajar con el tratamiento un par de meses más y si no se muere el hongo se van a tener que retirar.

Son 80 las plantas que cuentan con el hongo y que reciben el tratamiento correspondiente de fungicidas y otros químicos. Dichas palmeras se encuentran en la avenida Constituyentes, Zaragoza y 5 de febrero.

Zepeda Garrido destacó que desde hace tres semanas se ha comenzado a dar mantenimiento a 402 palmeras ubicadas en avenida 5 de Febrero, después de tres años de no haber recibido cuidado alguno.

“Lo que estamos haciendo hoy es darle mantenimiento a la corteza de la propia palmera para cuestiones estéticas, puesto que con la entrada de la primavera estamos dándole mantenimiento de poda general para que continúe desarrollándose de forma natural”, explicó el secretario.

Las palmeras ubicadas en esta avenida son Livistona chinensis de la familia de las Arecaceae (palmas) o también conocidas como palmas abanico, las cuales llegan a crecer hasta 25 metros de altura, y un tronco de 40 centímetros de diámetro, la característica fundamental de este tipo de palmar son las marcas en su tronco por las hojas viejas que quedan colgando; son originarias de Sonora y Baja California.

Zepeda Ruiz expuso que los trabajos de sustentación de este tipo de plantas consisten remover de los troncos el resto de las hojas que quedan sueltas por la poda o por un proceso natural, “se les corta la base de la palma a la hoja abanico para poderse desprender de forma manual”.

Señaló que los trabajos se llevan a cabo por tres cuadrillas de cuatro jardineros, que disponen de un camión de redilas, y una grúa, además —dijo— que los trabajos de mantenimiento de las plantas se prevé concluirlos el 15 de marzo.

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