Camiones de carga y autobuses de pasajeros ocuparon carriles a la altura del Papanoa, en la autopista 57, México-Querétaro, una de las vialidades más concurridas de todo el estado, que en los últimos días se ha convertido en el escenario de protestas ciudadanas. La exigencia: el rechazo ante el aumento en el precio del combustible.

La Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac) son los primeros en salir a las calles, el tercer día del nuevo año. Al igual que sus connacionales, protestan en las principales vialidades, para denunciar la repercusión en el alza de la gasolina y el diesel.

La mayoría son camiones de carga. Cartulinas fosforescentes respaldan la opinión de los camioneros. “No al gasolinazo”, dice una de las consignas pegadas en los vehículos. El alza en el combustible también afectará sus ingresos; de acuerdo con el líder, Enrique Peña López, coordinador y delegado de Amotac en el estado, alrededor de un 60% de las ganancias por viajes, se van en el pago del combustible; que a decir de uno de los transportistas, oscila entre los mil 200 y mil 600 pesos, depende e la empresa y del tipo de flete.

“Este (incremento) es un golpe a todo el país (…) afecta a toda la ciudadanía y va a repercutir en toda la canasta básica; sube el precio de las llantas, la gasolina y los insumos que consumimos. Es una inconformidad ante el aumento, porque le está pegando a todo el transporte”, dijo.

Alrededor de cien transportistas ocuparon dos de los tres carriles centrales de la autopista, su líder, insistió en que no se trató de un bloqueo.

No obstante, “los inconformes” son pocos, según lo admitirían horas después, los mismos transportistas en la caseta ubicada en la autopista Celaya-México 45D. La mayoría de los conductores, toca el claxon en señal de apoyo; sonríe y levanta los pulgares a los manifestantes.

A las diez de la mañana, una estación de gasolina ubicada en la calle de Corregidora, esquina Constituyentes, albergó a nuevos inconformes. Alrededor de 50 integrantes de la Unión Cívica Felipe Carrillo Puerto (UCFCP) tomaron esta estación de servicio durante algunos minutos; para posteriormente, avanzar por las calles del centro de la ciudad y llegar al palacio de la Corregidora, recinto del Poder Ejecutivo en el estado.

“Fuera Peña”, “No al gasolinazo”, “Abajo los abusos y atracos y las contrareformas antipopulares y antisociales”, fueron las consignas más repetidas por la UCFCP, cuya manifestación terminó brevemente.

Difieren ciudadanos por protestas. “Esto nos afecta a todos; igual en el momento, afecta a los conductores, pero deben de pensar a futuro. Hay que tomar cartas en el asunto”, dice Carolina Oaxaca, estudiante en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

A decir de la universitaria, las protestas son un efecto razonable de la problemática, que ha alcanzado un grado de inconformidad importante; no obstante, Ariadna Gómez, estudiante de Administración, otra opina lo contrario.

“Está mal que nos manifestemos, no son modos de decirle al gobierno. Hay que decirlo de otra manera, para que nos escuchen”, propone.

Google News