La Iglesia queretana reiteró su exhorto a los funcionarios para que sirvan con verdadera vocación política a Querétaro y no servirse de él, lo que implica transparencia en las percepciones que reciben como representantes populares.

Según el vocero de la Diócesis, Saúl Ragoitia, la misma sociedad debe exigir transparencia a sus políticos, y con ello mostrar participación en los procesos de democracia, al tiempo que, aseveró, se debe trabajar para que se cumplan metas en materia de salud, educación y en mejorar las condiciones de vida.

“La Iglesia ora por sus políticos, la doctrina social de la Iglesia es muy clara en cuanto a sus principios, donde continuamente motivamos a que quienes son servidores de la sociedad, luchemos con una verdadera vocación política, donde sirvamos a nuestro Querétaro y no servirnos de Querétaro, es una conciencia en la que hemos estado insistiendo”, aseguró.

En cuestión de remuneración económica (sueldos) de los funcionarios, en especial de alcaldes, Saúl Ragoitia comentó que hay leyes que establecen cómo deben ser remunerados, sin embargo, dijo, es el ciudadano quien debe exigir transparencia en este rubro.

“Podemos poner en la lupa y tenemos que aprovechar los procesos democrático y legales para hacer una exigencia, si la sociedad está viendo esta realidad, tenemos que hacer uso de esos recursos para poder señalar y poder exigir esa retribución para quienes son servidores públicos”, aseguró.

Añadió que cuando los funcionarios no tienen vocación de servicio, buscan sólo beneficiarse con el recursos material, y la “avaricia”, con el fin de seguirse sirviendo de los ciudadanos.

“Lo que se debe hacer es generar conciencia de participación y exigir mejores condiciones para las familias (...) a eso debemos apostarle, y si hay un funcionario que nos brinde eso que gane lo que sea, si nos consigue mejores condiciones para todos, adelante”, comentó.

Sin embargo, destacó que una lucha constante que debe realizarse desde la sociedad es exigir mejores salarios para los trabajadores, los cuales pueden lograrse, dijo, si los gobiernos aplicaran restricciones en ciertas partes, como los sueldos.

Saúl Ragotia puso como ejemplo el tabulador de sueldos dentro de la Diócesis de Querétaro, donde, detalló, el obispo Faustino Armendáriz recibe 10 mil pesos mensuales. Mientras que para un sacerdote el tope es de 6 mil pesos.

“Nadie tiene sueldos altos, llegamos a 6 mil pesos mensuales (...) es el promedio que está registrado”, acotó.

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