La jornada de trabajo de poco más de 140 personas que se dedican a la siembra y cosecha de lechuga comienza con los primeros rayos del sol, en los verdes campos del rancho Noria Nueva, que se ubica a escasos kilómetros de la carretera México-Querétaro, en el municipio de Pedro Escobedo.

“La vida en el campo es complicada, el trabajo nunca falta, aquí no importa cuanto trabajes, todo depende del clima, hoy todo está bien y mañana quién sabe”, relata José Daniel Herrera Ramírez, gerente general del rancho productor de lechugas, quien llegó de San Luis Potosí hace ya 23 años para dedicarse la agricultura.

Este rancho, que se construyo desde 1980, es el lugar en donde decenas de hombres y mujeres se encargan de sembrar, trasplantar, cosechar y empacar las lechugas que estarán en la mesa de miles de hogares y familias de México y el mundo.

Provenientes de distintos comunidades de Pedro Escobedo e incluso algunos estados vecinos, los trabajadores que se emplean de base durante todo el año radican en las comunidades cercanas al pueblo de Noria Nueva.

Mariana Pérez, una joven de 19 años de edad que decidió hace poco más de dos años trasladarse de Oaxaca al estado de Querétaro para trabajar, platica: “Yo soy de Oaxaca, me vine de allá porque escuche que aquí había trabajo todo el año, no nada mas unos meses. La situación está muy difícil como para quedarse a esperar trabajo unos meses nada más. Hay que comer diario y si no hay trabajo pues cómo”.

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