El presidente municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera, supervisó la tarde del martes los avances en el proyecto para construir una unidad de transferencia de residuos para la capital, la cual se ubica a un costado del camino a Tlacote, entre Santa María Magdalena y Agrogen.

Durante la visita, el edil explicó que la instalación tiene por objetivo mejorar la eficiencia del servicio de recolección de basura, y recordó que la última inversión de este tipo se realizó en los años 80, cuando se construyó la unidad ubicada en la entrada del camino a El Campanario.

“Hemos ido diseñando las acciones que necesitamos para que Querétaro pueda recolectar en la ciudad sus desechos sólidos, traerlos a puntos que nos hacen más eficientes. Porque aquí se trata de economizar los recursos de los queretanos; teníamos una sola central de transferencia, traíamos la basura a la zona de acceso al El Campanario o la llevábamos en los castores a Mompaní”, dijo.

Loyola Vera recordó que esto forma parte de las acciones que ha emprendido su administración en materia de sustentabilidad, misma que es complementada por la certeza jurídica que ahora tienen los predios para ampliar, por 15 años más, la vida del relleno sanitario de Mompaní.

Por su parte, el secretario de Servicios Públicos Municipales agregó que esta nueva unidad de transferencia permitirá recibir los residuos de las delegaciones Carrillo Puerto, Josefa Vergara y Centro Histórico, lo que liberará la mitad de la carga de la unidad de El Campanario, además de recibir los desechos de Corregidora.

“La inversión es de poco más de 20 millones de pesos, estamos integrando la unidad de transferencia con una báscula de 30 toneladas, estaremos trabajando con seis contenedores con remolque cerrado, que es lo que se van a implementar en las tolvas, que eso permitirá liberar de malos olores, escurrimientos y compactar más las cargas de basura”, destacó el funcionario.

De esta manera, las cargas de 25 a 30 toneladas de residuos aumentarán hasta 50 toneladas, mediante un motor hidráulico que permitirá realizar la compactación para aprovechar la ruta del libramiento surponiente para el traslado.

Durante su intervención, el secretario de Obras Públicas Municipales, Gerardo Vega, agregó que el terreno ha tenido una inversión —en una primera etapa— de 5.8 millones de pesos en la obra civil, que consistió en elevar el terreno para evitar contingencias por lluvia. “Nos falta un presupuesto de 1.6 millones de pesos para concluir la instalación eléctrica, ya tenemos aquí la subestación, traemos algunas diferencias que esperemos subsanar rápidamente para poder conectar los equipos”.

Explicó que en la tercera etapa se construirá una unidad administrativa con una fosa séptica para dotar de baños a los trabajadores.

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