La ciudad de Querétaro se convirtió en la sede de Conque; la convención más importante del mundo del comic y este año asistieron talentos de talla internacional.

Stanley Martine Lieber, mejor conocido como Stan Lee, cocreador de personajes como Spider-Man, además de ser el responsable de la expansión de Marvel, fue el encargado de cerrar con éxito los tres días del evento, que estuvieron dibujados por los artistas que convierten historias de fantasía y acción, en coloridas páginas con efectos que pueden leerse a través de onomatopeyas clásicas como ¡Pum!, ¡crash!, ¡plow!

Diversas personalidades se dieron cita en el exclusivo restaurante Vairoletto, ubicado en Bernardo Quintana, Querétaro. Agnes Garbowsk, mejor conocida por las ilustraciones de My Little Pony, Joe Madureira, creador del comic Battle Chasers, Sergio Aragonés, la mente maestra detrás de Groo, Kirk Thatcher, productor de los Muppets y Dinosaurios, así como los protagonistas y creadores de Jours de Papier (Esteban Martínez y Tania Camacho); además del famoso Trino, la pluma detrás de las tiras periodísticas Fábulas de Policías y Ladrones convivieron la velada en toda una aventura.

El lugar fue decorado  con un toque tradicional mexicano. Las mesas y algunos rincones  ostentaban figuras de Star Wars, así como las clásicas muñequitas Marías mexicanas y luchadores a modo de centros de mesa.

A su llegada, Stan Lee sorprendió con su sencillez, ya que no reparó en posar juntos a sus fans –pequeños y grandes– para las fotografías, además de brindar autógrafos.

De las manos virtuosas de algunos de los asistentes nacieron dibujos con singular espontaneidad, tal fue el caso del caricaturista Efraín Malo, que utilizando un plato de cerámica como lienzo , dio muestra de su talento en tan sólo unos minutos. Por su parte, Agustín Mora hizo lo propio en uno de los muros del restaurante

El menú consistió en una cena de tres tiempos, con platillos como tacos de camarón en adobo con chinicuil, costilla de res bañada con mole joven y el final se cornonó con  un créeme brûlée.

Para cerrar la noche y aderezar aún más la velada, el ambiente fue amenizado por un mariachi en vivo, que compartió la belleza del orgullo nacional, además de su alegría.

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