Los templos de la capital se llenan de un movimiento inusual para un viernes. Las puertas están abiertas y los feligreses entran y salen con sus Niños Dios de manera constante.
Redacción
De la misma misa sale, Claudia Nava, quien desde hace 15 años, cuando se lo regalaron, lleva a su Niño Dios a bendecir. Dice que no lo viste de manera especial, simplemente con ropa de bebé.
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María de los Ángeles Mondragón Pérez lleva en una mano tres Niños Dios. Son figuras pequeñas, que lleva sin ropa, pero con mucha fe a bendecir. Uno de ellos luce un tanto maltratado, porque es el que arrullan sus sobrinos, aclara.
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Los fieles toman rumbos distintos, de acuerdo al lugar a donde se dirijan, pero al templo llegan muchos más, quienes entran y se quedan, para participar en el rosario que se reza en el templo, tras la conclusión de la Eucaristía.