En agosto de 2014, la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Jalisco publicó una lista de 92 gasolineras en las que había detectado irregularidades y fueron sometidas a sanciones; Alejandro Lira no conocía esa lista, pero no la necesita para argumentar que en la gasolinera que se ubica en el cruce de las avenidas Mariano Otero y López Mateos, en Guadalajara, no venden los litros de gasolina completos.
Recuerda que transitando en su motocicleta por la zona se percató de que el depósito de combustible estaba casi vacío y decidió parar en esa gasolinera a cargar; pidió que llenaran el tanque y al terminar vio que la bomba indicaba haber expedido poco más de 6 litros de gasolina.
Sabiendo que su motocicleta cuenta con un tanque de sólo cinco litros, le reclamó al gerente y argumentó que incluso la bomba no debió pasar de los cinco litros, pues al llegar a recargar aún tenía algo de combustible.
La explicación del gerente fue que el manual de la motocicleta estaba mal, pues sustentándose en su experiencia, hay motos similares a las de Alejandro a las que le caben hasta 8 litros de combustible.
“Yo me di cuenta por lo obvia que fue la situación, pero imagínate cuando llegas en carro y realmente no sabes cuántos litros tienes en el tanque (…) haciendo cuentas, estoy casi seguro de que me vendieron litros de 800 mililitros”, señala el motociclista.
Georgina González tiene 65 años y dijo que en muchas ocasiones la han estafado en las gasolineras, “pero de tres estoy completamente segura”, afirmó la conductora.
Relató que dos de ellas ocurrieron en la misma estación, ubicada en la avenida Lázaro Cárdenas y San Juan de la Cruz, en el municipio de Zapopan; la primera vez la obligaron a parar el auto muy adelante de la bomba, de tal manera que no logró ver bien cuánto marcaba el indicador.
“Después, cuando hice cuentas de lo que pagué y la cantidad de gasolina que marcaba el carro, supe que me habían puesto menos”, señaló.
En otra ocasión tuvo que llegar a la misma estación porque prácticamente se estaba quedando sin gasolina y pidió que sólo le pusieran 100 pesos, pero al encender el auto notó que el indicador prácticamente no había cambiado de posición, así que le reclamó al despachador, quien aseguró que la máquina estaba verificada; sin embargo, cuando la mujer volteó hacia los indicadores de la bomba, estos ya estaban en ceros otra vez.
Georgina tampoco conoce a detalle la lista de las gasolineras reportadas por Profeco, pero en su opinión, “en cualquier lado te hacen tranza”.