La película ROMA, con su director, Alfonso Cuarón, y sus actrices Yalitza Aparicio y Marina de Tavira a la cabeza, estuvo en boca de todos durante el almuerzo de nominados a los Óscar, organizado ayer por la Academia de Hollywood en el hotel Beverly Hilton, de Los Ángeles.

En esta tradicional cita, actores, directores, productores, guionistas, compositores, ingenieros de sonido y demás artistas nominados se reúnen en torno a una misma mesa para conocer de cerca los entresijos de sus profesiones, dejando atrás los nervios y la presión de las campañas publicitarias.

“Es maravilloso estar aquí”, dijo Aparicio, vitoreada por los presentes cuando la llamaron para hacerse la foto con los nominados.

Estoy con muchos nervios desde que está pasando todo esto y no me los puedo quitar, pero me hace muy feliz conocer a estas personas y tener estas experiencias. Ver a tantas celebridades aquí sentadas, comiendo y tan casual, es increíble”, reconoció la intérprete, nominada como Mejor actriz.

En un momento del almuerzo, Cooper, flanqueado en todo momento por su compañera de reparto Lady Gaga, se levantó de la mesa para saludar a Aparicio y felicitarla por su trabajo. Instantes después, le pasó su teléfono móvil y, con la cámara encendida, habló unos segundos con su pareja, la modelo Irina Shayk, quien le dedicó unas palabras en español.

“Voy tratando de asimilar lo que me está ocurriendo. Es difícil porque no esperaba nada de todo esto”, admitió Aparicio.

John Bailey, presidente de la Academia, se enorgulleció de la diversidad de las nominaciones y se mostró especialmente satisfecho por la internacionalización de las candidaturas.

“Las nominaciones de este año dejan claro nuestro éxito respecto a la inclusión internacional”.

Los productores pidieron a los ganadores ser breves en sus discursos.

bft

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