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En uno de los camerinos del Auditorio Nacional luce una vitrina en la que se exponen seis libros enormes que, abiertos, dejan ver fotos, mensajes y firmas de Marcel Marceau, Juan Gabriel, Ricky Martin y otros grandes artistas que se han presentado en el lugar.

Afuera, entre los camerinos y el escenario, llama la atención un enorme altar a la Virgen de Guadalupe lleno de velitas encendidas que ha visto rezar, antes de salir a cantar, a cualquier artista que les venga en mente, entre ellos, Carlos Rivera, quien recuerda que cada que visitaba el Auditorio como invitado de otros cantantes, pasaba ahí a pedirle a la Virgen su propia oportunidad.

“Cuando llegué a vivir aquí a la Ciudad de México hace como 13 años pasaba por aquí y algo en mi corazón me decía que tal vez un día iba a cantar aquí”, comparte antes de subirse al escenario del Auditorio este sábado, por tercera vez.

Habla también sobre el contenido de sus letras en una actualidad en la que se cuestionan los mensajes de la música. “Mis canciones van más allá del amor de pareja, sigo defendiendo la idea de escribir el amor en muchas manifestaciones”.

Rivera estrenará en abril “Lo digo”, canción que compuso con Gente de Zona y grabaron en Cuba.

“Es una canción que necesitamos escuchar hoy después de que tanta gente ve en la televisión tantos problemas, la economía terrible, la seguridad terrible y al final la gente se está olvidando de soñar”.

Soñar y creer son justamente las palabras que a él lo han mantenido en el medio, es por eso que pese a que le han llegado propuestas para hacer teatro, cine y televisión él ha decidido enfocarse sólo en su gira, con la que llegará al Palacio de los Deportes de Madrid el próximo 2 de septiembre. También con una cuarta fecha para el Auditorio el 14 de julio.

“Yo tengo ahorita la posibilidad de que haya 10 mil personas que me escuchen y de decirles junto con mi música que los sueños se cumplen, que tarde o temprano todo pasa y que vale la pena”.

El show. Cuando Carlos Rivera salió a cantar al escenario del Auditorio Nacional lo primero que vio fue un recinto lleno por tercera vez. Su concierto fue esperanzador, conmovedor y alegre, dejando ver la empatía que ha logrado con su público.

También fue un recorrido por su carrera: Su paso por La academia, España, El rey león y los viajes que la música le ha dado y en los que ha compuesto canciones que lo han colocado en los primeros lugares de popularidad.

“¡Buenas noches Auditorio!”, gritó mientras caminaba desde la parte de atrás del escenario escoltado por ocho mujeres proyectadas en una pantalla y luego entonó la canción de bienvenida: “Quedarme aquí”.

Vestido con traje negro y camisa blanca, Carlos interpretó “Quizás, quizás, quizás”, seguida de “Amar y vivir”.

“Gracias por acompañarme en este camino, ¡éste es su concierto, yo soy suyo así que a disfrutarlo!”, dijo en el primero de varios mensajes.

Más tarde le cantó a España con “La malagueña” y junto con César Robles, su compañero de La academia, entonó “La Quiero a Morir”.

Antes de dar voz a “Que lo nuestro se quede nuestro”, Rivera recordó que escribió la canción en 20 minutos en un hotel de Guadalajara. Hoy, es la más escuchada de toda su discografía, con Disco de oro digital.

Con “Día de lluvia”, un carnaval de Tlaxcala (de donde es originario Carlos) inundó el auditorio. Más tarde hizo un homenaje a El rey león, lloró cuando cantó “Si te vas” y con Ana Torroja cantó “Aniversario”. Tony Torres fue también otro de los invitados de esta noche.

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