El cantante Enrique Bunbury recordó ayer en España su actuación del 8 de octubre en el festival Estamos Unidos Mexicanos ante un público de 170 mil personas reunidas por los afectados por los terremotos de septiembre.

A causa de su presencia ese día en el Zócalo capitalino, Bunbury no pudo asistir en su ciudad natal a la recepción del título de Hijo Predilecto de Zaragoza .

En una emisión ayer de la televisión pública aragonesa, el cantante explicó que le resultó imposible participar en un homenaje personal en aquellas circunstancias. “No podía ir. Igual que siento esa deuda con la ciudad de Zaragoza, en un momento tan duro para México me parecía que mi obligación era estar allí, con un país que me ha dado tanto, en un momento especialmente difícil”, explicó.

Bunbury relató que se comprometió con los organizadores de Estamos Unidos Mexicanos, y que tras el impacto positivo del concierto no se arrepiente de haber dejado en segundo plano la ceremonia del premio: “Creo que una cosa está muy bien, y soy agradecido, pero era un poco masturbatorio; y la otra cosa era cara al pueblo de México. Estoy muy contento de haberlo hecho. Luego he visto la reacción entre los mexicanos, en todos los estratos, gente de todos los lugares, gente que me vino muy agradecida por haber estado allí”.

La precipitación con la que fue organizada la cita hizo que Bunbury no lograra reunir a su banda habitual e interpretó con unos mariachis dos canciones suyas, "Aunque no sea conmigo" e "Infinito", junto a la composición "El hijo del pueblo" de José Alfredo Jiménez. “No pude ni estar con mi banda. No pude montar nada. Se me ocurrió la cosa esta de tocar con un mariachi, y la gente lo agradeció mucho. Había que pensar un poco menos en 'ya sé que tengo un disco nuevo'. Me dije: olvidémonos del disco nuevo. Ni 'ya sé que tengo un repertorio': olvídate del repertorio. Vamos a cantar para México, con México, canciones de México”.

El programa televisivo, llamado "Canal Saturno" y grabado en la Biblioteca Nacional de Madrid, se centró en la trayectoria del artista y la presentación de su nuevo disco, "Expectativas".

Una parte importante de la entrevista se dedicó a la fructífera relación de Bunbury con México. “México es un país en el que he pasado largas temporadas y es, junto a España, donde más he tocado durante toda mi carrera, y tengo muchos amigos allí. Al final se ha convertido casi en el motor de mi carrera en todo América. Por supuesto, además, está la cosa cultural de México, que es un país apasionante. A mí todo el surrealismo mexicano me enamora, igual que enamoró a Buñuel. La cultura, la música, la poesía, la música los cineastas... Es un país muy hermoso y muy grande”, dijo.

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