Un infarto fulminante fue lo que terminó con una historia de 57 años de escándalos, tragedias y pleitos legales. Así fue el panorama de la vida de Mario Moreno Ivanova, hijo único de Cantinflas.

Una especie de karma parecía marcar su vida desde un inicio, cuando su madre biológica, la estadounidese Marion Roberts, fue abandonada a su suerte por sus amigas durante unas vacaciones en México, circunstancia de la que salió avante gracias a Mario Moreno Cantinflas. Un mozo que le hacía recados y que sabía de la fama de filántropo del comediante, llevó a Roberts con Moreno, quien accedió a pagar la cuenta del hotel, según una de versión de este encuentro.

Un año después, el 1 de septiembre de 1960, Marion da a luz a un niño a quien bautizó como Mario Arturo. Tras su suicidio en el hotel Alfer, su bebé es adoptado por Cantinflas y su esposa Valentina Ivanova, quien fue diagnosticada con cáncer de huesos en 1964, enfermedad que la llevaría a la tumba en 1966. Cantinflas nunca se volvió a casar.

Se dijo que Mario Moreno Ivanova era hijo biológico del actor, versión que él aseguró se lo confirmó su padre cuando cumplió los 18 años de edad, pero su primo Eduardo Moreno Laparade lo ha negado, diciendo que su tío era estéril y en realidad le dio 10 mil dólares a Marion a cambio de quedarse con él.

Como sea, Ivanova llevó una vida rodeado de mimos, lujos, una educación de primera, pero también de excesos, donde las drogas hicieron su aparición.

A la muerte de Mario Moreno Cantinflas, propiedades como un departamento en Acapulco, una residencia en la Ciudad de México, un rancho y diversos autos de lujo pasaron a sus manos como herencia. Pero de eso ya nada queda.

Ivanova comentó en 2012 al diario El País, que toda su fortuna se había ido en el pleito legal que mantenía en ese momento con Eduardo Moreno Laparade, por los derechos de 39 películas de Cantinflas. Después de 20 años de litigio, en 2014 la Suprema Corte de Justicia de la Nación le dio la razón a Laparade, lo que le permitió cobrar las regalías que se generaron desde 1993.

Moreno Ivanonva se casó en tres ocasiones. La primera vez fue con Abril del Moral, con quien tuvo dos hijos: Mario y Valentina. Sus segundas nupcias fueron con Sandra Bernat, sus hijos son Mario, Marisa y Gabriel. Su última esposa fue Tita Marbez, cuyo matrimonio pasaba por una separación después de dos años de matrimonio. No se divorciaron.

Su hijo Mario Moreno Bernat interpuso en 2012 una demanda en su contra por perversión de menores, asegurando que fue él quien lo indujo a las drogas y el alcohol, además de revelar que nunca recibió apoyo económico de su parte. En 2013 Moreno Bernat puso fin a su vida durante una etapa de depresión, ahorcándose en el baño de un hotel ubicado en Tlalnepantla.

Un trauma facial, esguince cervical y 200 fracturas en el rostro fue el balance de la golpiza que recibió en 2015 su hija Marisa Moreno Bernat, por parte de su pareja Alain Meder, quien quedó en libertad después de 51 semanas detenido. Sin embargo, el proceso sigue.

Una secuela de la película Cantinflas (2014), la posiblidad de una bioserie, el traslado de los restos del Mimo de México a la Rotonda de los Hombres Ilustres y un recinto fijo para establecer el museo en honor a su padre, son alguno de los proyectos que deja inconclusos Mario Moreno Ivanova.

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