Para Natalia Lafourcade es necesario salir a votar porque así comienzan los cambios.

“Tenemos que informarnos, saber cuáles son nuestras opciones y, si al final decimos que todas son pésimas y todo está mal, pues tenemos que seleccionar una de ésas, eso es hacernos responsables por lo que puede venir”, señala.

Hace seis años, en el marco de unas elecciones presidenciales rodeadas de protestas estudiantiles, la cantante lanzó “Derecho de nacimiento”, tema que retoma en su nuevo disco. Aunque hoy todavía se pregunta si algún día se podrá vivir en paz, como dice su canción, considera que actualmente los jóvenes están persiguiendo cosas distintas.

“El cambio no lo va a traer solamente un presidente, sí hay una parte ahí pero hay otra parte que tiene que ver con todos nosotros, es momento realmente de que nos pongamos el pantalón, nos pongamos el saco y cambiemos pero que cambiemos nosotros”, expresa.

La importancia de comenzar con uno, dice, es que esos actos inspiran a los demás a hacerlo de la misma manera. “Hoy más que nunca nos toca estar atentos, abrir los ojos y lo estamos haciendo bien, que no nos agarren las cobijas y nos lleven para abajo, hay que levantarnos, emprender esa lucha con uno mismo para poder trascender, eso siento que es lo más importante, sí comprometernos, hacernos responsables de lo que tenemos en las manos”.

Sus Musas la rescataron. Natalia Lafourcade lanza hoy su disco Musas, un homenaje al folclore latinoamericano en manos de Los Macorinos, Vol. 2, con quienes ha aprendido sobre el trabajo en equipo y sobre lo que significa la palabra humanidad.

Ahora homenajea a artistas como Álvaro Carrillo, hace converger canciones tradicionales como “La llorona” o “Duerme negrito” y une su voz a la de dos referentes de la música en habla hispana: Omara Portuondo y Eugenia León. El lanzamiento también coincide con una gira por Europa y Estados Unidos.

“Llevar esta música, estos compositores, es una manera de presumir algo hermoso que tenemos, poner esto en un disco y cantarlo es una manera de recordar que tenemos algo hermoso de lo cual sentirnos orgullosos y que en nuestras manos está ponernos a trabajar a otros niveles.

“Hasta la Raíz tenía un poco de este discurso pero no tanto, era mucho más personal, más mía, todo era mi música, mis canciones, mis letras. En este proyecto estoy jugando con los universos de estos artistas que honraban y homenajeaban constantemente sus raíces y su folclor. Eso ha sido los dos volúmenes de Musas”.

Este proyecto, reconoce, también le devolvió la inspiración para componer canciones como “Tú sí sabes quererme” en el disco pasado y “Danza de gardenias” en éste, de rescatar muchas otras pero también de rescatarla a ella de lo que había hecho en su disco anterior.

“Me rescató de encasillarme en un disco como Hasta la raíz, que amo y del que hasta la fecha digo: qué maravilla que pudimos hacer esa pieza, pero me tuve que rescatar de encerrarme en ese mundo, seguir avanzando como artista y, al mismo tiempo, rescatar una música que muchas personas a lo mejor no conocían”, dice la cantautora.

“Esa música hace que otros lleguen y me pregunten si he escuchado esto o el otro y entonces empiezas a recordar estas canciones antiguas que son importantes porque si no, nos vamos dejando influenciar por toda esta cosa masiva, mainstream, que no es que esté mal pero entonces el sustento y la riqueza dentro de lo que hacemos no tiene que ver con lo que realmente somos o con ese lugar de donde realmente venimos”.

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