Entre las 7 y las 8 de la mañana, en la Colonia Obrera, se observa una gran cantidad de personas cruzando el puente peatonal para aglomerarse en las paradas de autobús. La mitad de ellos usa cubrebocas, la otra mitad no lo hace.

Desde el punto más alto del puente se aprecian largas filas de automóviles circulando en ambos sentidos de la avenida 5 de febrero, a la altura de la Colonia Obrera, que colinda con el Parque Industrial Benito Juárez.

El tránsito es tan denso en algunos puntos que los vehículos se detienen por completo. Un escenario que se parece mucho a la cotidianidad de la ciudad antes de la contingencia sanitaria causada por el Covid-19.

En esta que es la zona norte de la ciudad, las personas esperan su camión en las paradas oficiales, algunas unidades dan la parada, pero van llenos, casi a reventar; no se cumple con el funcionamiento al 50% que prometieron las autoridades estatales.

Es de suponer que la mayoría de estas personas, por la hora del día en que se observa dicha situación, se dirigen hacia sus trabajos. Sin embargo, el número de personas en espacios públicos no disminuye del todo a lo largo del día.

Ya sea por la mañana, tarde o noche, los estacionamientos en los centros comerciales lucen casi llenos, se observa una gran cantidad de personas en la Central deAbastos y algunos mercados municipales. Se están relajando las medidas de salubridad para evitar contraer el virus.

Este 1 de junio varios sectores productivos como las industrias de autopartes, aeronáutica, de la construcción y la industria de la minería reactivaron actividades; es decir, los empleados de estos sectores volvieron a sus actividades normales de trabajo.

No obstante, en las principales vialidades de la ciudad, aunque no colindan con zonas industriales, ya se percibe un aumento considerable de transeúntes en la vía pública, en muchos de estos casos las personas no usan cubrebocas, ni mantienen la distancia recomendada por las autoridades sanitarias federales.

El gobierno municipal de Querétaro ya ha reconocido, en múltiples ocasiones, que el tránsito vehicular no ha disminuido tanto como ellos quisieran, pues la reducción de vehículos en las vialidades ha sido del 22%.

Las calles del Centro Histórico se observan casi vacías pero, poco a poco, algunos negocios de comida que permanecían cerrados, han vuelto a abrir sus puertas, algunos, incluso, ya permiten que los clientes ingieran sus alimentos dentro del negocio; aspecto que está prohibido por las autoridades de salud.

En las colonias populares, que no forman parte de la zona centro, pareciera que no existe contingencia alguna; son pocos los lugares como tiendas de abarrotes o fruterías en donde se exige el uso del cubrebocas.

En estas zonas también han reabierto las pequeñas fondas y negocios de comida, también han vuelto a funcionar lavanderías, licorerías y negocios donde se venden botanas.

Las tiendas como los oxxos o los asturianos, que al inicio de la contingencia limitaban el ingreso de sus clientes y exigian el uso de cubrebocas, ahora ya no tienen ninguna restricción; los clientes entran a los negocios sin protección alguna, incluso ingresan en grupos de 4 o 5 personas, cuando anteriormente se permitía el acceso únicamente a un miembro por familia.

El aumento del tráfico vehicular también es evidente en las colonias populares, y no solamente en las principales vialidades de la ciudad.

A decir de varias personas que acuden a trabajar regularmente, los tiempos de traslado de un punto a otro ya no son tan cortos, por lo que salen con mayor anticipación de sus casas.

Raúl toma varios autobuses para ir a trabajar durante la semana, y también nota un mayor número de personas esperando en las paradas de autobús, así mismo percibe que la mayoría de las personas que suben a las unidades ni siquiera utiliza cubrebocas.

“Al principio todos estaban muy al pendiente el que se usarán los cubrebocas en los camiones, incluso a mí me tocó ver que a los camiones se subían algunos inspectores, pero ahorita ya a todos les vale, somos muy pocos los que usamos este tipo de protección.

“Además yo noto que cada vez hay más gente en las paradas, son más que antes y yo no creo que todos vayan a hacer actividades esenciales o que trabajen en alguna rama de la industria”, dice.

En este ejercicio de observación, también se percibe un aumento considerable en el tránsito de vehículos, sobre todo en las salidas y entradas a la ciudad de Querétaro, donde además de vehículos de carga, se registra un gran número de autos particulares y muchos de estos transitan con más de dos personas en su interior, algo no permitido.

“Yo estoy convencida de que la gente no está respetando ninguna restricción, creen que como ya se acabó el mes de mayo ya todos pueden salir a las calles. Yo salgo muy poco de mi casa, pero un día a la semana voy a una terapia física, y siempre que salgo de mi casa veo que hay alguna reunión o fiesta en mi colonia, entre mis amigos de Facebook veo que suben fotos de que están en reuniones sociales”, comenta Alejandra Gómez, vecina de la colonia Presidentes.

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