La Terminal de Autobuses de Querétaro (TAQ) opera a 30% de su capacidad total debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, lo que ha provocado que las familias se queden en casa y cancelen o pospongan sus viajes.

Para evitar nuevos contagios, la administración de la terminal de autobuses ha reforzado las medidas de salubridad, por lo que el uso de gel antibacterial y los cubrebocas son obligatorios para todo el personal que trabaja en la central; además, para algunos de ellos es obligatorio el uso de guantes quirúrgicos.

Otra de las medidas de prevención que se implementa en la central de autobuses es la medición de temperatura con termómetros digitales, que con un pequeño láser se apunta al centro de la frente.

Si algún pasajero tiene al menos 38 grados de temperatura es revisado en la unidad médica móvil que la Secretaría de Salud instaló afuera de la terminal. Hasta ahora, de acuerdo con los administrativos, no se ha presentado ninguna situación que requiera revisión médica.

El gel antibacterial se encuentra en cada una de las taquillas, en los negocios de alimentos y colocados en las paredes de la central.

También hay gel antibacterial junto a los cajeros automáticos y en las zonas de pago de los restaurantes, donde las mesas también fueron acomodadas para respetar la distancia mínima.

El equipo administrativo de la Terminal de Autobuses de Querétaro confía en que las medidas de salubridad tomadas hasta ahora traerán buenos resultados.

Aunque la labor no es sólo del personal que trabaja en la central, sino de cada uno de los pasajeros, por lo que también se han colocado decenas de letreros informativos, explicando cómo debe ser el lavado de manos, cuáles son los síntomas del Covid-19 y qué hacer si se tiene alguno de ellos.

Debido a que la terminal opera sólo a 30% de su capacidad, la actividad es muy poca.

Los andenes de estacionamiento de los camiones están casi vacíos, pues el número de corridas disminuyó a pesar de que varias líneas de viaje actualmente aplican descuentos hasta de 50%.

Las personas en las salas de espera mantienen la distancia, pocos son los que se sientan uno al lado del otro. Muy pocos viajeros usan cubrebocas, pero todos, sin excepción, usan gel antibacterial una y otra vez. La mayoría son adultos jóvenes y adolescentes, pues las personas mayores se resguardan en casa.

Josefina García López llega a la terminal de autobuses acompañada de su nieta de no más de siete años, ambas usan cubrebocas. Josefina, a pesar de ser una persona de la tercera edad, no tuvo más remedio que salir de su casa y viajar de San Juan del Río a Querétaro para recoger a su hijo, quien debido a la situación del Covid-19 se quedó sin empleo.

“Aquí estamos exponiéndonos porque la necesidad así es. Yo vine de San Juan a recoger a mi hijo que vive aquí en Querétaro y que acaba de quedarse sin empleo por todo esto.

“Me dice que no tiene ni un peso, entonces tuve que venir por él, traje a mi nieta conmigo, tratamos de cuidarnos lo más que podemos, usamos nuestros cubrebocas, pero estos eran los últimos dos que teníamos, ya ve que está muy difícil conseguirlos.

“Veo que aquí en la central tienen de ese gel por todas partes; las señoras usan su cubrebocas, eso me parece muy bien porque todos estamos tomando nuestras precauciones para no enfermarnos.

“¿Qué más se puede hacer? Nada, que Dios nos ayude, yo confió en que todo esto va a pasar pronto”, comenta Josefina García.

Debido a que en la terminal de autobuses el trabajo jamás termina, no se ha permitido la reducción del número de personal.

De hecho, el equipo de limpieza trabaja ahora más que nunca en desinfectar manijas, puertas, pasamanos, asientos, pisos, cristales, lavamanos, sanitarios y mesas.

Aprendieron a preparar la solución antibacterial según las instrucciones del personal de la Secretaría de Salud, quien les dijo cuántos mililitros de cloro deben usar por cada litro de agua.

Asimismo, en los establecimientos de comida en el interior de la central se han establecido marcas en el piso para que los vendedores y los clientes no se acerquen a menos de un metro de distancia.

Leticia González, quien forma parte del equipo de administración de la Terminal de Autobuses de Querétaro, no había visto tan baja la actividad en la central desde 2009, cuando la influenza también se presentó como una fuerte pandemia.

“Eran situaciones similares [con la influenza], lo que veo ahora es que las redes sociales más que hacernos bien, nos confunden, desinforman, hay muchísima información que no se puede confirmar pero que pone nerviosa a la gente.

“En la parte administrativa estamos tranquilos, tomamos todas las medidas y seguimos adelante, nuestro trabajo así lo requiere, este servicio es indispensable”, comenta.

Covid-19 en Querétaro

En Querétaro ya son 16 los casos confirmados de coronavirus. Los dos más recientes corresponden a un hombre de 37 años que se contagió por contacto y una mujer de 30 años que llegó de España el 15 de marzo y comenzó con síntomas el día 21.

En total, son nueve hombres y siete mujeres que se han confirmado con Covid-19 (12 son importados y cuatro asociados a importación).

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