Las luces rojas y azules se vislumbran desde larga distancia, la tensión incrementa conforme el vehículo blanco con letras negras se acerca al lugar del crimen. Se trata del Servicio Médico Forense (Semefo) y el equipo de la Dirección de Asuntos Periciales en busca de todos los indicios que puedan resolver el caso.

De primera instancia los elementos reciben un informe de lo ocurrido, comienzan a vestirse de blanco, cubren su boca, manos y pies. Una vez acordonado el lugar, ellos son los únicos posibilitados para tocar las balas, las armas o inclusive el cadáver que se encuentran en el patio de pruebas para simular un homicidio.

“Prohibido el paso” dicen las diversas cintas amarillas que se han colocado en torno al espacio donde ocurrió y yace la ficticia víctima, a lo lejos, desde el tercer cordón de plástico los medios de comunicación y otros personajes que curiosean pueden ver una camioneta blanca, al pie un arma larga, así como una gran cantidad de balas esparcidas alrededor. Adicionalmente los hombres que ya revisan el lugar advierten diversas latas de cerveza.

Los primeros en llegar al área donde ocurre un hecho delictivo son los policías municipales o estatales, conocidos como “primer respondiente”. La tarea inmediata que deben realizar estos elementos es el acordonamiento de la zona para evitar que se “ensucie” la evidencia que puede llevar al homicida, por ello los oficiales piden al resto de la gente que se retire lo más posible de la zona.

Sudor en los vidrios del vehículo, huellas dactilares en el volante o el arma homicida, semen, sangre o saliva pueden ser utilizados por los miembros de la Fiscalía General del Estado para dar con un culpable, por ello requieren realizar una tarea minuciosa en el levantamiento de evidencias. Tarea que puede llevar varias horas.

Este sistema de trabajo responde a los lineamientos internacionales que establece la norma ISO 17020, afirmó Alejandro Ábrego Rodríguez, subdirector operativo de la Dirección de Asuntos Periciales, quien destacó que el estado de Querétaro fue la primera entidad de la República en obtener tal distinción, debido al sistema implementado en la presente administración. Posteriormente otros estados se sumaron, tras implementar esquemas similares.

De acuerdo con el funcionario integrante de la Fiscalía General del Estado, la dirección cuenta con 18 especialidades científicas para esclarecer cualquier hecho delictivo, sin embargo, resulta sumamente importante que nadie contamine la evidencia, pues de lo contrario se afecta las investigaciones y la posibilidad de hacer justicia.

“Se pretende no contaminar o alterar los indicios, una contaminación que nos pueda dar un análisis negativo. Desde el aspecto técnico-científico, cualquier indicio aporta condiciones para dar luz a las autoridades que lo investigan”, señaló el subdirector operativo de la Dirección de Asuntos Periciales.

Actualmente la Dirección de Asuntos Periciales está conformada por 15 elementos, donde se dividen en cuatro turnos. Ellos se hacen cargo de brindar servicio en los municipios de El Marqués, Corregidora y Querétaro; por ello, aunque su activación es inmediata podrían llegar a tardar varias horas en arribar al lugar de los hechos.

De acuerdo con Alejandro Abrego, los diferentes laboratorios que están integradas a dicha dirección, cuentan con los estándares más elevados de calidad para poder resolver un caso de la mejor manera. Entre los laboratorios que han sido más reconocidos se encuentran:

Química Forense: en este lugar se hace la extracción del ácido desoxirribonucleico (ADN), este proceso puede llevar entre una 30 minutos hasta 20 horas, dependiendo del lugar en donde se haya encontrado la muestra a analizar. Con estos exámenes se puede conocer la identidad de alguna de las personas involucradas en el evento delictivo, ya sea víctimas o culpable. Se puede utilizar desde un cabello hasta un hueso.

Balística: a este laboratorio se remiten las armas o las balas de fuego que se encuentran en los eventos delictivos. Cuando se cuenta solamente con un casquillo, se orienta a la autoridad sobre qué tipo de arma pudo haber sido utilizada tomando en cuenta las dimensiones y el diámetro, las búsquedas posteriores se hacen con base en este análisis.

Química: cuando se cuenta con indicios como saliva o sangre, se recurre a este laboratorio, ya sea de personas vivas o cadáveres. Asimismo, se puede conocer corroborar si algún producto decomisado es droga, o no. Cuando la muestra está muy adulterada se requieren hacer extracciones más extensas para conocer con certeza los datos.

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