El funcionario buscó entusiasmar a la audiencia, pero muchos de los presentes parecían estar más preocupados por dar inicio a la apretada agenda de trabajo; por ello, los aplausos fueron escuetos.

“Con la nueva factura electrónica 3.3, estamos adelantándonos al futuro, buscando que el cambio les resulte lo más terso posible”, dijo Osvaldo Santín Quiroz, jefe nacional del Sistema de Administración Tributaria (SAT), ante casi 500 contadores públicos, reunidos para el inicio de la Jornada de Orientación, Actualización de Factura, auspiciada por esa dependencia.

Gran cantidad de dudas técnicas sobre el nuevo y más intrincado sistema de facturación electrónica del SAT fueron expuestas por los participantes de este taller de aprendizaje para potenciales expertos en la nueva plataforma, celebrado hace unas semanas en un salón de la Ciudad de México.

La inquietud de algunos profesionistas se explicaba porque el “cupo limitado” con el que el SAT había etiquetado el programa obligaba a los interesados a inscribirse en un máximo de tres sesiones didácticas, de entre nueve grandes temas que se ofrecieron; todos de gran interés para la comunidad contable.

“Me pareció absurdo e injusto que limitaran la asistencia a tres sesiones, siendo que los cambios que aplica el gobierno son multifactoriales y nos afectan a todos”, dijo a EL UNIVERSAL Querétaro Alberto, licenciado en contaduría y empleado de un bufete.

Otro aspecto que despertó polémica entre la concurrencia fue que las sesiones fueron muy cortas, con duración de entre 50 y 90 minutos; en muchas de éstas los instructores consumieron sus tiempo proyectando diapositivas de índole tutorial y dejando pocos minutos para contestar las preguntas del público; algunas fueron recabadas por medio de tarjetas, otras con turnos al micrófono.

“Me pasé media sesión alzando la mano, pero no tuve chance de poder realizar mi pregunta. Éramos demasiados y muy corto el tiempo. Ya envié mis preguntas por correo, espero me respondan”, comentó Laura, contadora de una importadora china, a quien le inquietaba que la nueva plataforma obligue a elegir “claves de producto” dentro de un listado con más de 50 mil elementos, “una variabilidad que se puede prestar a errores que invaliden las facturas.”

“Yo hubiera esperado un programa con dos días de duración y poder inscribir a mi gente en todos los talleres, porque en el bufete llevamos de todo. Supongo que lo hicieron rapidito, para no gastar más dinero en la renta de este salón (World Trade Center, de la Ciudad de México)”, dijo Raúl, dueño de un negocio de servicios de facturación.

El nerviosismo mostrado por no pocos profesionistas al verse ante la necesidad de dominar dentro del periodo estipulado todos los recovecos del nuevo instrumento fiscal, se agregó una severa advertencia de la autoridad: “ya no tenemos otro año para perder”.

Y es que el titular del SAT aprovechó el foro para advertir que “no habrá prórroga” para que (antes del primero de diciembre) se incorporen al flamante sistema 3.3 todos los contribuyentes que deban expedir facturas o recibos deducibles de impuestos. De no hacerlo, los incumplidos ya no podrán seguir operando dentro de la legalidad.

Falta 77% por actualizarse. Según cifras proporcionadas por Osvaldo Santín Quiroz, jefe del SAT, de un total de 3 millones de facturadores en el país ya han migrado al nuevo mecanismo 700 mil; faltando por hacerlo 2 millones 300 mil, es decir 77%.

En lo que corresponde al estado de Querétaro, la suma de contribuyentes que deben migrar al nuevo sistema es de 109 mil 500; entre empresas y personas físicas, según datos proporcionados a esta casa editorial por Guillermo Corona Salinas, titular de la delegación estatal del SAT.

De aplicarse al dato anterior el mismo porcentaje nacional, faltarían por regularizarse 84 mil contribuyentes queretanos; ello a escasas semanas de que finalice el plazo oficial.

De Querétaro a la Ciudad de México. Patricia, contadora de 32 años que labora en un bufete de la zona de Juriquilla, madrugó este día para llegar a tiempo a la Ciudad de México e ingresar a la reunión, misma que, según dijo, le resultó “medianamente provechosa”.

“Me alegra haber venido, porque es la primera vez que el SAT hace una convocatoria abierta para ver todas las cuestiones del 3.3. Ya se habían tardado. Nos faltó tiempo para preguntas y varios temas se quedaron fuera, como el del software compatible con el portal, que presenta muchas fallas. Pero las dudas que surjan ya las iremos resolviendo, con el tiempo y un ganchito”, comentó.

A punto de volver a Querétaro, la contadora envía una sugerencia a la delegación regional del SAT: “Deberían organizar talleres en nuestra ciudad, para que no tengamos que viajar. Ya falta poco para el fin de la prórroga, esto de la facturación afectará a mucha gente: empresas, independientes, locatarios, taxistas de Uber. Urge capacitar al contribuyente, porque los errores se pagan con multas más altas que lo que debías.”

Contadores “aliados” del SAT. Con asistencia mayoritaria de empleados contables que laboran en firmas que revenden al contribuyente los servicios de facturación gratuita del SAT (aunque ejecutados con métodos de mayor simplicidad), el encuentro fue inaugurado por Santín Quiroz, quien también dirigió varios mensajes conciliatorios para las comunidades contable y empresarial.

“En el SAT vemos al contador no como mero intermediario entre la autoridad y el contribuyente, sino como genuino aliado de la competitividad y la eficiencia.

“Estamos conscientes de la inversión que representa para muchas empresas que se incorporen la nueva versión [del sistema 3.3]. Sabemos que significa desvelos por el aprendizaje y distracción de su función fundamental, que es cuidar su negocio y hacerlo crecer. Pero no nos animaríamos a impulsar este cambio si no tuviéramos la convicción de que el futuro traerá un mayor beneficio para México”, expresó el funcionario.

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