Debido a que la mayoría de los programas del sector serán atraídos por el gobierno federal, la Secretaría de Salud del estado de Querétaro (Seseq) dejará de percibir 80% del presupuesto que ejerció el año anterior, informó el titular de la dependencia, Julio César Ramírez Argüello, quien expuso que en la administración estatal anterior hubo despilfarros en la compra de medicinas, problema que ya se corrigió.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Ramírez Argüello adelantó que en próximos meses presentará al gobernador Francisco Domínguez Servién un plan para eficientizar el gasto en la atención hospitalaria.

Con la desaparición del Seguro Popular, dijo que se prevé un recorte de personal en la Secretaría de Salud. Este programa, que dejará de operar en enero de 2020, emplea a 300 personas en el estado.

En el Sector Salud de Querétaro faltan casi 600 enfermeras y 300 médicos para atender las necesidades de la población, puntualizo Ramírez Argüello, quien añadió que actualmente en la capital del estado también hay un déficit del 50% en la infraestructura del sector salud, que cuenta con dos hospitales y 57 centros de salud, y “se requiere el doble de unidades para atender a la gente”.

Precisó que el abasto de medicamentos que se tiene en Querétaro fluctúa entre 75 y 80%, pero la meta del gobierno de Francisco Domínguez es alcanzar entre 95 y 100%.

¿En qué condiciones se encuentra la Secretaría de Salud del estado de Querétaro?

—Estamos haciendo una reestructura de personal. Hemos tenido el apoyo del gobernador Francisco Domínguez, por otro lado, no sabemos los cambios que se darán en los siguientes seis meses a nivel federal, pero yo estoy seguro que tendremos el respaldo del gobierno del estado para afrontar la situación.

¿Hay déficit presupuestal en la Secretaría de Salud para operar todos los programas?

—Hay algunos recortes que nos han informado de manera verbal, no hay nada de manera oficial, ya nos dijeron que a partir del mes de julio vienen algunos recortes, o más bien la federación se hará cargo de casi todos los programas de primer nivel, como son la atención del cáncer de mama, promoción a la salud, VIH. Desde el primero de agosto todos estos programas serán manejados directamente por la federación y, por ende, ya no recibiremos esos recursos con los cuales se manejan dichos programas. En conclusión, no sabemos que va pasar después del 31 de julio.

Todas la atención de primer nivel pasará a ser manejada por la federación, como son los centros de salud, que serán incorporados al IMSS–Prospera.

¿Cuánto implicará el recorte presupuestal contemplado para la Secretaría de Salud?

—El presupuesto con el que ha venido operando la Secretaría de Salud en Querétaro es de aproximadamente 2 mil 130 millones de pesos, de los cuales dejaremos de recibir alrededor de mil 700 millones de pesos, que equivalen a 80% del total, serán recursos que controlará directamente la federación.

El restante 20% del presupuesto son recursos propios que provienen de recursos estatales, y de las cuotas de recuperación que tiene la dependencia por los servicios que ofrece a la población.

¿Cree que será un año difícil en materia presupuestal?

—Yo creo que se pueden hacer muchas cosas. Yo creo que si hay que decirlo, había muchas fugas en el gasto que generaban despilfarro, por eso yo creo que hay que apretarnos el cinturón un poco, debemos concientizar a nuestro personal de que cuide los insumos, los medicamentos en cuestión de la prescripción. Por eso ya tenemos un Plan B que se le presentará al gobernador para ver algunas prioridades que deben de estar presupuestadas.

¿Qué nos puede adelantar de ese Plan B?

—Vamos a realizar algunas restructuras para ser más eficientes en la prescripción de medicamentos. También se debe de tener un mejor control con los pacientes que tienen enfermedades crónico –degenerativas; reducir los tiempos de hospitalización de los pacientes, debido a que hay casos en que algunos pacientes llegan a estar hasta siete días hospitalizados en espera de que les hagan una cirugía. Esto se da por la falta de insumos o de materiales quirúrgicos, lo que nos genera un gasto adicional en los hospitales.

¿En qué rubros observa que se genera un despilfarro en la aplicación del gasto?

—Hace poco más de tres años que iniciamos el trabajo en esta administración, y desde ese periodo nos dimos cuenta que no se tenían fondos fijos o una estadística real y confiable de cuántos pacientes atendíamos con padecimientos crónico– degenerativos. Tampoco sabíamos cuál era el inventario de algunos medicamentos para atender estas enfermedades, pero además se hacían pedidos anuales “sin ton ni son”, y por eso nos dimos cuenta que mucho medicamento se nos ha caducado por falta de previsión o de esos estudios.

Actualmente ya se tiene bien identificado el número de pacientes con enfermedades crónico– degenerativas, y la cantidad que se requiere de medicamentos, que ya son solicitados en base a ese diagnóstico.

¿Han contemplado recortar plazas en la Secretaría de Salud?

—Sí. Con la desaparición del Seguro Popular que dejará de operar en enero de 2020 se eliminarán muchas plazas. No sabemos cuántas plazas podrían desaparecer debido a que está el proceso de reestructura. Pero sí se prevé que desaparezcan las plazas de los afiliadores que teníamos para registrar a la gente, y parece ser que se conservarán los empleos de los médicos y paramédicos para ser redistribuidos en otras áreas.

¿Cuántas personas se emplean actualmente en el Seguro Popular en Querétaro?

—Son alrededor de 300 personas las que se emplean. Todas tienen un contrato con una vigencia que va de entre cinco y seis meses, son empleos temporales

¿Eso implicará gastar en liquidaciones para el personal que sea despedido?

—No sabemos que indicación nos den desde en la federación. Podría ser que se recontraten o los retome la Secretaría de Salud. Estamos en una etapa incierta porque no se han definido muchas cosas, mientras seguiremos operando como lo hemos venido haciendo, esperamos que nos dicten las nuevas reglas del juego.

¿Cuáles serán las atribuciones con las que se quedará la Secretaría de Salud estatal?

—No sabemos, aunque en teoría parece que se va a federalizar todo. Nosotros tendremos una reunión el 22 de febrero, esa fecha será el Consejo Nacional de Salud, y ahí esperamos que ya nos den todas las reglas del juego.

¿Está en riesgo de desaparecer la Secretaría de Salud estatal?

—No lo sabemos. Aunque yo creo que no desaparecería como tal, a lo mejor se le cambia de nombre, pero no puede llegar a desaparecer. Nuestras atribuciones que tendremos están inciertas.

¿Qué opinas de la desaparición del Seguro Popular?

—Es una mala decisión, porque al final de cuentas el Seguro Popular cubría las necesidades del paciente que menos tiene, que son aquellos que no cuentan con un trabajo fijo. Además de que sabemos que la atención [en el sector salud a nivel público] no es la más idónea por falta de personal y medicamentos, pero además, al tener todo concentrado en una sola unidad rectora creo que va ser imposible resolver todos los problemas.

¿Cuál es la infraestructura hospitalaria que tiene hoy en día el estado de Querétaro?

—Hay 197 centros de salud, cinco hospitales, y un Centro Estatal de Salud Mental.

¿Con esta infraestructura es suficiente para atender a la población o hay un déficit?

—Quitando la infraestructura que opera el IMSS y el ISSSTE, sí estamos rebasados en infraestructura hospitalaria, al menos aquí en la capital del estado, es decir, estamos muy cortos.

¿Cuántas unidades de salud se requieren más en la capital?

—El doble. El sector salud cuenta en la capital del estado con dos hospitales, el Hospital General y el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, además de que se tienen 57 centros de salud. En la Secretaría de Salud del estado de Querétaro trabajan más de 7 mil 800 personas.

También se tiene un déficit de personal. Nos faltan 597 enfermeras y alrededor de 300 médicos. Hoy en día tenemos alrededor de 700 médicos.

¿Cuál es el reto que tiene en la Secretaría de Salud?

—Cambiar la percepción de nuestro personal en cuestión de actitud y humanismo, que seamos más resolutivos, mirar más a la gente a los ojos, y siempre hablar a la población con la verdad. Por otro lado, se tiene la meta de alcanzar entre 95 y 100% de abasto de medicamentos, actualmente andamos entre 75 y 80%. También es importante que nuestro personal se ajuste a los nuevos tiempos que vivimos, deben de cambiar las cosas que se venían haciendo por años.

arq

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