La deuda pública de Querétaro se heredó por un monto de mil 500 millones de pesos y el saldo actual es de 128 millones de pesos que se pagarán totalmente antes del 30 de septiembre de este año, a fin de que la nueva administración estatal no se encuentre con pasivos financieros de largo plazo, informó el gobernador Francisco Domínguez Servién.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el mandatario destacó que la liquidación de la deuda se podrá llevar a cabo gracias a que se tienen finanzas sanas y ordenadas, las cuales, además, han permitido enfrentar los gastos generados por la pandemia —rubro que no estaba presupuestado— sin adquirir deuda, tal como sí lo han hecho otras entidades federativas.

Con este plan de liquidar la deuda, Querétaro será la segunda entidad federativa sin pasivos bancarios de largo plazo. Actualmente, Tlaxcala es el único estado sin endeudamiento, según los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Para esta Semana Santa, Domínguez Servién les pidió a los queretanos acatar las recomendaciones sanitarias para que no se presente el panorama que se tuvo en enero pasado, cuando se dio el número más alto de contagios y defunciones, provocado por las fiestas decembrinas: “tenemos posibilidad de pasar al escenario A, pero también de regresar al C sino somos prudentes”, advirtió.

Faltan pocos meses para terminar el sexenio, ¿qué sentimientos tiene Francisco Domínguez de dejar el cargo?

—No hay nostalgia debido a que no he dejado de trabajar un sólo día, veremos cómo nos va en esta veda electoral que inicia el próximo domingo. Haciendo una revisión del trabajo realizado, te puedo decir que cumplí con todos mis compromisos de campaña, no te digo que me voy satisfecho porque seguimos teniendo necesidades, pero sí estoy contento de lo que hice en temas de educación, salud, deporte, seguridad, empleos. En mi corte de caja personal me deja estar tranquilo, claro que todavía hay muchas cosas por hacer.

¿Qué balance tienes del manejo que ha hecho tu gobierno ante la pandemia por el Covid-19?

—El año pasado fue muy complicado, fueron momentos muy complejos para tomar decisiones. Afortunadamente se cuenta con un Comité Técnico de Salud.

Ahí se toman decisiones y siempre se ha tratado de dar un equilibrio entre la salud y la economía. En julio empezamos a detener la caída de los empleos con la reactivación de la industria y la implementación de programas que se diseñaron, lo que nos ayudó a recuperar, ya en diciembre el pasado, el 80% de los empleos perdidos.

En diciembre el nivel de ocupación de camas y respiradores, llegamos alcanzar el 75% de ocupación, aunque el Seguro Social algún día estuvo al 100% de ocupación. Diciembre fue un mes complicado, y hoy nuestro nivel de ocupación anda por abajo del 30%.

Lo que pasó en diciembre nos tiene preocupados y buscamos que no se dé lo mismo en Semana Santa para que no haya repunte en los contagios y decesos.

La última decisión que tomó el Comité es seguir en escenario B para nuevamente evaluar la situación regresando de Semana Santa, para que se decida si el 12 de abril, siempre y cuando la población respete todo lo que hemos sugerido en cuanto a protocolos de sanidad, la vamos a librar, con posibilidades de avanzar al escenario A, pero si no hacemos bien las cosas en Semana Santa podríamos regresar al C o también mantenernos en el B. El escenario más catastrófico es regresar al C, pero eso no depende de mí, ni del gobierno, sino de todos los ciudadanos.

Hoy y desde que inició la pandemia es muy importante para mi gobierno es que no le falte una sola cama, un respirador o tanques de oxígeno a cualquier enfermo de Covid y en este momento estamos a punto de equilibrar entre la salud y la economía, teniendo como referencia lo que nos dijo aquí hace algunos días el director general del IMSS, Zoé Robledo, que ‘seremos en marzo el primer estado del país que recupere la totalidad de los empleos que se perdieron durante la pandemia’, por lo que esperamos tener ya un superávit de empleos en los siguientes meses.

¿Qué se hizo desde el gobierno para sortear los gastos por la pandemia debido a que no se tenía presupuestado aplicar recursos en este rubro?

—No ha sido fácil, pero las cosas se han ido resolviendo gracias a que Querétaro tiene finanzas sanas y ordenadas, mientras que otras entidades federativas han tenido que endeudarse para poder enfrentar la pandemia, a fin de comprar equipos, pagar salarios a médicos y enfermeras.

Nosotros, de inicio, dimos apoyos alimentarios, dimos también apoyo económico a 60 mil personas que se quedaron sin empleo, también se dieron créditos.

Nuestras finanzas sanas nos permitieron aplicar poco más de mil 200 millones de pesos para actuar rápido y actualmente seguimos con nuestras finanzas ordenadas.

¿En qué se recortaron gastos para afrontar la pandemia?

—Cuando nos llegó la pandemia ya teníamos ajustado nuestro gasto, por eso no tuvimos problemas financieros. Cabe recordar que cuando llegué al gobierno teníamos un déficit de 600 millones de pesos, lo que había generado la suspensión de pagos a proveedores, además de que se tenían mil 500 millones de pesos como monto de deuda pública y con ahorros rápido le dimos la vuelta a la situación, pero seguimos apretándonos el cinturón en gasto corriente y servicios personales.

Estas medidas nos llevaron a fortalecer nuestras finanzas públicas y esa deuda pública se ha ido pagando y en este momento debemos 128 millones de pesos y esa deuda se quedará en cero cuando termine mi gobierno, el 30 de septiembre de 2021.

¿Entonces sí se liquida la deuda pública?, pues nos habían informado que estaba en análisis por la situación que ha generado la pandemia.

—Sí se va a liquidar. Es correcto, estaba detenido el saldo de la deuda por la pandemia, pero ya retomamos este plan, por lo que el siguiente gobierno no encontrará deuda pública.

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