En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el ex consejero presidente del IFE, José Woldenberg, advierte que en México hay un déficit en materia de protección a periodistas, luego de los asesinatos y amenazas que se han registrado en meses recientes en contra de este gremio, incluidas las que ha sufrido Héctor de Mauleón, colaborador de este diario.

Al respecto, el también académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, pide que se castigue a quien amenace a los periodistas.

Por otro lado, anticipa que las elecciones de 2018 serán las más competidas y más grandes en la historia de México en las que el común denominador será la diversidad política, es decir, que no habrá partido político que tenga una mayoría absoluta. Reconoce que Andrés Manuel López Obrador cuenta con amplias posibilidades de ganar las elecciones presidenciales de 2018, aunque aseveró que no hay garantía.

En cuanto al árbitro de la contienda electoral, el INE, José Woldenberg reconoció que en muchos sentidos funciona mejor que el IFE, organismo que él dirigió del año 1997 al 2000. Sin embargo, considera que el INE realiza tareas que tienden a desgastarlo, tales como la fiscalización de las campañas políticas o los litigios entre partidos políticos, algo que, señala, tendrían que hacer otros órganos.

Por otra parte, adelantó que en el marco del Hay Festival, que se llevará a cabo en la ciudad de Querétaro del 7 al 10 de septiembre, presentará el día 8 su libro “Cartas a una joven desencantada con la democracia” en cuya presentación estará acompañado por Sergio Ortiz Leroux, un destacado profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

¿Nos puede dar un adelanto de su nueva obra?

Es un pequeño libro que confeccioné a solicitud de la propia editorial, que propuso específicamente Eduardo Rabasa, quien me planteó algo que todos sabemos, que hay un enorme desencanto, sobre todo entre los jóvenes, con nuestra incipiente democracia. Eduardo Rabasa me regaló un libro de Christopher Hitchens, en donde el autor manda una serie de cartas a lo que él llamaba: un joven disidente y, me dijo, que eso podía ser un modelo para explicar el desencanto que existe con nuestra inicial democracia. Me gustó mucho el proyecto.

Lo que hice fue exactamente eso: 17 cartas que tratan de explicar cuáles son los principios y valores de la democracia; cómo se construyó en México; por qué ésta es una forma superior de gobierno a otras, como las autoritarias, dictatoriales o teocráticas. Pero también me hice cargo de los nutrientes que han generado un enorme desencanto con partidos, con políticos, con congresos y con gobiernos. Ahí intento explicar de qué manera la corrupción queda impune en la espiral de violencia que ha vivido el país; el no crecimiento económico que coarta las expectativas de muchos jóvenes; la tradicional desigualdad y déficit en el estado de derecho. Cómo todos estos son nutrientes de este malestar. La idea es analizar lo que debemos cambiar y transformar, pero también aquello que tenemos que mantener y fortalecer. Esa es la intención del libro, vamos a ver si lo logra.

A propósito, recientemente he entrevistado a algunos líderes juveniles, quienes aseguran que la mayoría de los jóvenes mexicanos sólo se quedan en el espacio de la crítica sin acción. ¿Cómo provocar que este sector se involucre más en la vida política del país?

La crítica en sí misma, si es pública y no solamente se está rumiando en espacios privados, pues ya es una forma de participación. Pero es cierto, hay un déficit de participación, no sólo de los jóvenes sino en general de la sociedad mexicana. Yo he señalado que la mayoría de los ciudadanos en nuestro país no está organizado. Si comparamos las tasas de organización de los ciudadanos mexicanos con los Estados Unidos, con Europa e incluso con otros países de América Latina, pues son muy pocos los que participan.

Lo importante es volver a subrayar la importancia de la participación y sobre todo la importancia de la organización. Las fórmulas tradicionales para exigir en la vía pública pasan por la organización. Ahí están los casos de las organizaciones que están siendo exitosas. Los cientos o miles de mexicanos que se movilizaron en defensa de los derechos humanos y que crearon organizaciones de ese tipo. Hoy los derechos humanos no tendrían la centralidad que tienen. Incluso, eso fue lo que llevó a la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y a las comisiones locales de derechos humanos.

Algo similar podemos observar en términos del acceso a la información pública. Durante muchos años la información pública se manejó como si fuera privada, hasta que en los años 2 mil, un grupo de académicos y activistas empezó a demandar incluso una ley para el acceso a la información pública, lo que llevó hasta la confección de una ley y que hoy existan en todas las entidades institutos de acceso a la información pública como el INAI a nivel federal. Que hoy, ustedes desde el periodismo o uno desde la academia o cualquier ciudadano interesado, pueda pedir información a las diferentes instituciones públicas y éstas estén obligadas a darla. Este es un cambio de 180 grados. ¿Cómo se logró? Pues con un grupo de mexicanos que se organizó, que puso esa agenda y la logró. Pongo estos dos casos sólo como ejemplos.

Lo que debe estar consciente esa gente que se retrae de la vida pública es que otros van a acabar decidiendo por ellos. Lo importante es que cuando la gente tiene un problema, una expectativa, un diagnóstico por algún asunto y quiere hacer avanzar alguna idea pues no hay más que la participación organizada, porque si es individual, el impacto va a ser relativamente pequeño.

Con su vasta experiencia en materia electoral, ¿cómo vislumbra el panorama en México para el 2018 con las elecciones presidenciales?

Vienen unas elecciones muy competidas, muy importantes, las más grandes en la historia de México porque ahora las elecciones federales van a ser concurrentes con 30 entidades de la República Mexicana. Como todo mundo sabe, además de la elección presidencial, se va a elegir la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, ocho gobernadores, al jefe del Gobierno de la Ciudad de México, 30 congresos locales, centenas de presidencias municipales; por eso serán unas elecciones muy competidas y debatidas, con una enorme visibilidad.

Muchas de las elecciones van a ser muy cerradas, estará además la novedad de los candidatos independientes para muchos cargos. Lo que podemos vislumbrar desde ahora es que nadie va a ganar todo ni nadie va a perder todo, porque la diversidad política que hoy coexiste en México va a forjar realidades de gobierno muy distintas.

No digo nada extraordinario si digo que unos estados los va a ganar A, otros estados los va a ganar B y otros los va a ganar C. En el Congreso federal lo más probable es que se repita lo que viene sucediendo desde 1997 y el 2000, es decir que ninguna fuerza política tenga mayoría absoluta en ambas Cámaras. Vamos a ver la representación de ese México plural y diverso que todos conocemos. Yo sigo pensando que la humanidad no ha inventado un método superior para dotarse de gobernantes y legisladores legítimos. Esto es lo que vamos a ver en el 2018.

Hablando de candidaturas independientes, ¿México está listo para esta figura en la elección presidencial del 2018?

Ya hemos tenido candidatos independientes que han ganado elecciones. Por ejemplo, el gobernador del estado de Nuevo León, el presidente municipal de Morelia, el presidente municipal de Ciudad Juárez; en la Cámara de Diputados está Manuel Clouthier que llegó por la vía independiente, en Jalisco está el joven Pedro Kumamoto. Es decir, las candidaturas independientes ya están funcionando y seguramente las habrá para muy diferentes cargos electivos. Incluso algunos han dicho que pretenden llegar por la vía independiente a la presidencia de la República, vamos a ver qué tanto avanza eso.

Bajo el panorama internacional que se vive con Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos y con el conflicto social que existe en Venezuela con Nicolás Maduro, ¿cree que esto vaya a influir en las preferencias electorales en el 2018 que favorecen en este momento a López Obrador?

El contexto internacional está ahí. Yo no veo que eso vaya a afectar directamente a los votantes mexicanos. Creo que la mayor parte de los mexicanos que van a votar se formarán una opinión a partir de lo que representan cada una de las ofertas. En muchos casos votarán también por lo que consideren menos peor; pero eso sucede en México y en todas partes del mundo.

¿Qué piensa del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador?

Es uno de los candidatos más relevantes, uno de los que tiene posibilidad de triunfo; no la garantía de triunfo, pero sí posibilidades.

¿Cómo ve actualmente al Instituto Nacional Electoral (INE) en comparación con el Instituto Federal Electoral (IFE) un organismo que usted presidió durante varios años?

Yo creo que los asuntos estrictamente electorales, el INE los realiza incluso mejor que el IFE de entonces. Si usted se da cuenta, todos los eslabones del proceso electoral prácticamente ya no se discuten. ¿A qué me refiero? El padrón electoral es un padrón confiable; la organización está cada vez mejor afinada; la capacitación de los funcionarios de casilla funciona muy bien, prácticamente nadie la discute; los programas de resultados preliminares; los conteos rápidos. Es decir, todos los eslabones del proceso electoral creo que funcionan muy bien.

Ahora bien, al INE se le han dado facultades y tareas que yo creo que tienden a desgastarlo. Por ejemplo, antes la fiscalización de los recursos de los partidos políticos se hacía de manera descentralizada, es decir, cada instituto local hacía esa tarea, pero la reforma del 2014 estableció que el INE iba a hacer la fiscalización de todas las campañas. Pues esa es una tarea de enormes dimensiones que quizá al sobrecargarle esas tareas, eso acaba desgastando a la institución.

Lo mismo sucede con que al INE cada vez se le convierte más en juez de los litigios entre partidos, cuando el partido A acusa al partido B. Ya sabemos que el INE no puede dejar satisfecho a ambas partes. Esto desgasta a la institución, máxime que tenemos 32 tribunales locales y un tribunal federal, que son, desde mi punto de vista, los que están capacitados y deberían ser los encargados de desahogar esos litigios.

A lo mejor, todavía la legislación electoral requiere algunos ajustes. Aunque yo veo que en términos estrictamente del procedimiento electoral, el INE seguramente va a cumplir y va a cumplir con creces.

Finalmente, ¿qué opina de la creciente violencia en contra de los periodistas? Tal es el caso de Javier Valdez y de muchos otros o de las amenazas que ha recibido constantemente Héctor de Mauleón.

Son problemas enormes que han dejado un número de víctimas muy considerables. Es muy lamentable que un oficio como el periodismo, que es fundamental para la vida pública, en algunas regiones y con algunas personas, se sientan acosadas por estos grupos criminales.

Lo que se tiene que hacer es detectarlos y sancionarlos. Creo que no se ha intentado una fórmula para poner un hasta aquí de esas conductas delictivas. Claro, es muy fácil decirlo, pero eso es lo que corresponde. Cuando alguien amenaza, ya no digamos cuando alguien cumple su amenaza, tiene que ser sancionado; ubicado, juzgado y sancionado. Esa es la fórmula.

¿Cree que ha sido débil el gobierno mexicano en el tema de protección a los periodistas?

Sí, tenemos un déficit en esa materia. Cuántos asesinatos de periodistas se han documentado y cuántos de ellos se han quedado impunes, el número es elevadísimo.

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